El golpe electoral dejó al gobierno atrapado entre dos caminos: profundizar las políticas de corte social para aliviar las condiciones de los argentinos más afectados o un enfoque más moderado para atraer a los votantes de clase media que se unieron detrás de la oposición.
El miércoles, varios ministros, incluido el ministro del Interior, presentaron sus renuncias a Fernández, aunque aún no las ha aceptado ni rechazado públicamente.
El jueves por la noche tanto el presidente como Cristina Fernández de Kirchner pasaron a la ofensiva. En una carta pública, pidió una reorganización de los ministerios y criticó un déficit en el gasto público.
«Confío sinceramente en que con la misma fuerza y convicción que enfrentó la pandemia, el presidente no sólo relanzará su gobierno, sino que también se sentará con su ministro de Economía para ver las cifras presupuestarias», escribió.
«La administración del gobierno seguirá desarrollándose de la manera que yo estime conveniente. Para eso fui elegido», dijo.
Alberto y Cristina orejean la sangría de ministros que respondes a sendos comandos. Hoy se definirá todo. No sabemos cuántos cambio habrá, pero entendemos que hay un movimiento inevitable, a saber:
Sabina Frederic dijo hace unos días que en Suiza se vive mejor pero es aburrido. No sabemos si ya visitó Suiza pero estimamos que podría llegar a hacerlo muy pronto y comprobar su falacia, dado que es muy probable que deba dejar el cargo de Ministra de Seguridad.
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