La falta de exhibición de precios y carteles obligatorios por el derecho de cambio de productos fueron los motivos mayoritarios para labrar 124 actas en comercios ávidos por capturar clientela bajo cualquier condición en la previa al Día del Padre.
Si bien muchos comerciantes consideraron que se trató de una cacería «Circunstancial, dirigida a marcas específicas», lo real es que buena parte de las marcas que en la Argentina se consideran «prestigiosas» no son más que vendedores de humo subidos al riel del delito, especialmente las empresas de productos textiles dependientes de la tontería de generar diseños especiales sobre géneros de una calidad que va de mala a pésima. Se ubican en locales «cool» y barren – inescrupulosa, aunque aún, legalmente- con la billetera de la gilada.
Pero como esta gente se ceba a alta velocidad y se babea con la circulación de dinero en sus cajas y cuentas bancarias, no mide el efecto de su codicia, por lo que no duda -entre la variedad de fórmulas para obtener mayor recaudación de los bolsillos de los imprevisores- en apelar al engaño, los soslayos y los escondrijos. Por suerte, Defensa al Consumidor de la Ciudad puso en marcha un operativo para controlar que estos comercios con pretensiones de alto vuelo y acción de roedores de basural, dejen exhibidos los precios y pongan carteles que le hagan saber al público que tienen derecho a realizar reclamos y cambios.
Facundo Carrillo, subsecretario de Demanda Ciudadana de la Ciudad, dijo que su grupo de trabajo salió a controlar comercios para que informen a los consumidores de forma clara sus precios y descuentos. El GCBA remarca que la población debe conocer que la Ley 5008 de la Ciudad indica que no deben haber diferencia alguna en el precio cundo se paga en efectivo o con tarjetas de débito y crédito. Y QUE ES OBLIGATORIO tener disponibles las tres formas de pago.
Carteles y cartelitos
Los comercios tienen que hacer prever al consumidor todas sus alternativas. Y la mayoría hace lo contrario. Una de las acciones desleales que distingue a buena parte de la «Grandes Marcas» es que no anuncian en forma escrita que tras cada operación queda abierta la posibilidad de realizar cambios hasta 30 días después.
Las autoridades recuerdan, por un lado, que todo pasa por el 147 (denuncias, reclamos, trámites) y por el otro, brindan algunos consejos, que reproducimos.
En el epígrafe, la frase de Moreno que -si fuera comprendida en, al menos, una parte de su magnitud- habría podido detener la incontenible debacle de un país que parece gozar deportivamente con estar cada día peor.
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