
El 7 de octubre de 2023 quedó grabado en la memoria colectiva como un día de profundo dolor y reflexión. A un año de los hechos, recordamos cómo en la madrugada de esa jornada, Israel fue escenario de un ataque sorpresivo y devastador de Hamas. Lo que inicialmente comenzó con el cruce de misiles y el estallido del conflicto, rápidamente escaló a uno de los episodios más complejos y desgarradores en Medio Oriente, afectando no sólo a la población local, sino también a muchas familias en todo el mundo.
Entre las víctimas de la violencia desatada, se cuentan ciudadanos argentinos que se encontraban en Israel, ya sea por residir allí o por estar de visita, muchos de los cuales sufrieron secuestros y fueron tomados como rehenes. Las imágenes y relatos de estos hechos golpearon al país, que vivió con angustia la espera de noticias y la esperanza de que cada uno de ellos pudiera volver sano y salvo. Para algunas familias, el retorno llegó, pero no sin las marcas profundas del trauma.
A lo largo de este año, la Argentina mantuvo un canal diplomático activo, siguiendo de cerca los esfuerzos para repatriar a los ciudadanos afectados y brindar apoyo a sus familias. Esta tragedia puso de manifiesto no sólo la vulnerabilidad de aquellos que viven en zonas de conflicto, sino también la importancia de la solidaridad internacional en tiempos de crisis. Sin embargo, las heridas no se curan fácilmente. Las secuelas psicológicas y emocionales de los secuestrados y sus seres queridos perduran, con testimonios de supervivientes que aún resuenan.
En este aniversario, es de trascendencia mayor recordar la lección más amarga de aquella fecha: el valor incalculable de la paz. El conflicto que desangró a Israel y sus vecinos sigue demostrando que las heridas de la guerra trascienden fronteras, idiomas y religiones.
Como argentinos, debemos también reflexionar sobre el valor de la convivencia pacífica, la tolerancia y la búsqueda de soluciones a través del diálogo, sin dejar de tomar en cuenta las diferencias internas que hacen de nuestro país, tierra candidata a una conflagración fraticida. Por eso, al cumplirse un año, desde nuestro medio, extendemos nuestra solidaridad a quienes aún enfrentan las secuelas de aquel día, reafirmando nuestro compromiso con los derechos humanos.
El 7 de octubre de 2023 no sólo es una página oscura en la historia de Israel, sino también un llamado global a que los horrores vividos por las víctimas, incluyendo nuestros compatriotas, no se repitan. Es una invitación a mirar hacia adelante con esperanza, pero sin olvidar las responsabilidades que todos tenemos en la construcción de todos los caminos que sean necesarios para la convivencia global.
En ese momento comenzó un conflicto armado entre Israel y Palestina, hoy ya identificado como la Guerra Israel-Gaza. Hace un año, militantes palestinos rompieron la barrera entre Gaza e Israel e invadieron el Distrito Sur de Israel, lo que desencadenó una serie de eventos violentos.
Durante este conflicto, Israel declaró el estado de guerra por primera vez desde 1973 y la Asamblea General de la ONU aprobó resoluciones condenando la violencia. El conflicto viene causando un gran número de muertos y heridos.