Se acumulan las noticias sobre infracciones detectadas por inspectores del área de Defensa al Consumidor y Lealtad Comercial.
Es muy común que se descubra:
– ausencia de precios en productos y góndolas
– diferencias entre los precios exhibidos y los cobrados en caja-
– publicidad engañosa y la falta de información obligatoria en las etiquetas.
– productos con rotulado exclusivo en otros idiomas, sin indicaciones de fabricante e ingredientes
Pero entendemos que hay dos acciones que ingresarn en el terreno de delitos mayores:
1. Ausencia de fecha de vencimiento ni número de control del organismo correspondiente.
2. Productos vencidos y en mal estado.
Y esto está ocurriendo en los llamados «supermercados de cercanía».
En cada operativo se retiran de circulación entre 300 y 500 productos cada vez.
En la próxima semana podríamos encontrarnos con varias clausuras en Parque Patricios, Parque Lezama, Barracas, La Boca, Constitución, Flores y Belgrano.
Las clausuras temporales por «infracciones» que pongan en peligro la salud de la población deben ser tratadas como delitos penales. No tiene lógica ciudadana, ni republicana, ni democrática, ni siquiera civil que estemos siempre al borde de las catástrofes «no previstas». Es de lo más habitual escuchar la expresión «nadie lo vio venir» (se usa actualmente en política tras ser estrenada y expandida tras el triunfo sorpresivo de Javier Milei en 2023). Yo les contesto con otra también muy propia de la política sucia: ¿están buscando un muerto?
Chino, chinito, te cierro el localcito. Y sanseacabó. A llorar al arco de Arribeños. Vender productos vencidos y tener por comprobado que se trata de algo en mal estado es digno de la madre de los hijos de p. Al lector que se adelantó diciendo que se trata de la China Suárez le aseguramos que no es tal la referencia que aludimos.