¿No serán demasiados colores mezclados? ¿O es que el azul de los laterales de los colectivos uniformarán los coches de tal modo que van a parecer todos iguales?
Se desconoce cómo quedará el paisaje que ofrecerán los ómnibus urbanos cuando se establezca de manera definitiva el cambio que se anuncia con las líneas que sólo circulan dentro de los límites de la Ciudad de Buenos Aires.
De lo que más se habla en la ciudad y en los medios de comunicación es de que las unidades tendrán una nueva identificación con fileteado porteño que, por un lado puede ser leído como un guiño a la tradición cultural de la Ciudad, pero que los laterales sean uniformes con un ploteado en azul parece abrir espacio a las confusiones.
Ya hay colectivos con ese cambio y algunas líneas parecen haber conseguido que sólo el lateral delantero tenga ese «look», mientras que de la puerta del medio hacia atrás conserve los colores originales de la línea.
Hay quienes dicen que dentro de seis meses los abroquelamientos de colectivos en los lugares de alta circulación de líneas conformarán un mamarracho callejero. Otros, en cambio, entienden que -tarde o temprano- se generará una suerte de «grieta», más o menos discriminatoria», en la mirada de la población sobre cualquier problema que pudiera suscitarse tanto con las líneas «exclusivas» de la Ciudad como con las «interurbanas».
Entiéndase que este tipo de diferenciaciones de identificación de los bondis puede dejar abierta la opción a polémicas comerciales entre las empresas de transporte y chicanas políticas entre las administraciones de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, en casos de accidentes, seguridad o delitos varios en el ámbito del transporte. Un choque cualquiera entre dos líneas «no hermanadas» -más allá de que las compañías de seguro involucradas hagan bien su cobertura- disparará discusiones que podrían llegar a abrir conflictos no esperados.
Que las intenciones sean buenas no siempre evita que ciertos «remedios» aceleren enfermedades. Se espera que el nuevo sistema de ploteo de colectivos apunte a un orden mayor para que la población viaje con comodidad y que los transportes que debe abordar no le depare a nadie sobresaltos ni stress, al notar que los bondis -aparte de tener absolutamente desordenadas sus paradas en la mayoría de los puntos de circulación que no son Metrobús- encima, vienen con problemas de identificación.