El Plan de Acción 2025-2027 del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, trazado por Jorge Macri hace un año, movilidad, desarrollo urbano, seguridad, educación y cultura. Pero su implementación enfrenta escollos en un contexto político marcado por la incertidumbre que dispara la administración nacional de Javier Milei, cuyo enfoque -podría, por ahora, llamarse «centralista»- amenaza con complicar el cómodo control que el Pro detenta en el distrito porteño, especialmente en las próximas elecciones legislativas.
El propósito del plan enfatiza un compromiso con la austeridad y la optimización de recursos, acompañado de la promesa de mantener servicios de calidad. La apuesta por un «Estado moderno y eficiente» se articula en una serie de iniciativas que buscan mejorar la vida de los vecinos, destacando la incorporación de tecnología como eje transversal en las políticas públicas. Esto incluye obras de infraestructura para agilizar la movilidad urbana, la modernización del transporte público y proyectos que prometen convertir al sur de la Ciudad en un polo de desarrollo económico, cultural y habitacional.
La recuperación del orden y la seguridad también ocupa un lugar central en la agenda. La incorporación de tecnología y equipamiento avanzado para la Policía de la Ciudad apunta a optimizar la respuesta ante el delito y fortalecer la convivencia en el espacio público. y por ahora la limpieza urbana y la gestión eficiente de residuos tiene un pulgar que apunta más o menos para arriba. Si se les pregunta a los funcionarios, dirán que es parte de un plan integral para posicionar a Buenos Aires como una ciudad verde y sustentable. Pero nada es automático.
En materia de educación, el enfoque está puesto en el mérito y el esfuerzo como pilares fundamentales para el desarrollo de los más jóvenes. Dicho de buenas a primera, suena épico y plausible. Detrás de eso, la eterna discusión acerca de cuántas oportunidades tienen quienes viven al calor del apoyo económico y de los estímulos que nacen de una familia 100% dispuesta a apoyar al interesado en terminar una carrera. Hablamos de la insoslayable búsqueda del equilibrio que la desigualdad siempre se encarga de destruir.
En salud se proyecta el sostén de un sistema aún fuerte y accesible tanto para porteños como para vecinos del AMBA y del resto del país. La detección de Obras Sociales mejora y comienza a significar una lógica fuente de financiación a partir de quienes, teniendo alguna afiliación, eligen los hospitales públicos.
La promoción de la cultura y el turismo se perfilan como un motor clave para el crecimiento económico, con énfasis en el patrimonio histórico y artístico de la Ciudad, más allá del dólar circunstancial y forzadamente accesible que derivó en este momento de butacas vacías que atraviesa la Argentina, con el consecuente crecimiento del turismo de salida, por encima del de recepción.
A pesar de las intenciones claras y las metas definidas, el panorama político plantea interrogantes sobre la viabilidad del plan. La llegada de Milei al gobierno nacional ha generado tensiones en torno a la relación con el distrito porteño, un bastión histórico de autonomía administrativa. La posibilidad de un embate centralista en las legislativas de este año podría alterar las prioridades y limitar la capacidad de implementación de las políticas trazadas.
En este contexto, la administración de Macri enfrenta la necesidad de mantener el equilibrio entre la ejecución de sus proyectos y la defensa de la independencia porteña frente a las presiones mileístas. Mientras tanto, los vecinos observan con expectativa y escepticismo cómo se desarrollan los próximos capítulos 2025 de esta historia.
¿Podría redefinirse el futuro político y social de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires?
Tampoco le será tan fácil al gobierno Nacional entrar a tallar políticamente al estilo «tradicional», si tanto quiere mostrarse diferenciado de lo que el presidente popularizó como «la casta».
Hay que medir el laberinto 2025 de la Ciudad de Buenos Aires, comenzando por el desdoblamiento de fechas electorales que propo ne Jorge Macri, en las que La Libertad Avanza no tendrá la oportunidad de que sus votantes «se enganchen» con lista sábana votando paralelamente a todos sus candidatos en Nación y Ciudad. Habrá dos fechas y el cambio de ánimo en la sociedad entre fecha y fecha puede ser decisivo.