• Diario 5 -Buenos Aires, domingo 9 de febrero de 2025

Manejar sobrios, siempre. Pero no es suficiente. Las responsabilidades para conducir no son pocas. Y hay que asumirlas en su totalidad

Accidente fatal en Recoleta: perdió el control de su auto

Los controles de alcoholemia en la Ciudad de Buenos Aires durante las fiestas han dejado un saldo ambivalente. Por un lado, los índices de alcohol en sangre detectados han disminuido significativamente, pasando del 0,99 % en Navidad al 0,54 % en Año Nuevo, evidenciando un comportamiento más responsable por parte de los conductores. Sin embargo, la paradoja se hace presente: manejar sobrio no es garantía de evitar accidentes, como quedó demostrado con el trágico episodio ocurrido en Recoleta el 1° de enero.

El siniestro, protagonizado por una conductora sin rastros de alcohol en sangre, deja en claro que la seguridad vial no depende únicamente de cumplir con la tolerancia cero en los controles. Factores como la distracción, el exceso de velocidad o incluso errores de juicio pueden convertir a un conductor sobrio en un agente de riesgo.

Si bien el endurecimiento de las sanciones y el fortalecimiento de los operativos son medidas necesarias para reducir el impacto del alcohol en las rutas, la cultura vial requiere un enfoque integral, que abarque el andar urbano. Aquí entra la educación continua sobre responsabilidad al volante y un cambio en la percepción social de lo que significa ser un buen conductor.

En este caso, aunque la conductora solicitó someterse al control de alcoholemia para despejar dudas, el hecho de que haya actuado en plena lucidez no disminuye la gravedad de sus acciones ni el dolor de las víctimas. En un contexto donde el 20 % de los siniestros fatales están vinculados al alcohol, el desafío ahora es no bajar la guardia y recordar que la sobriedad no es sinónimo de infalibilidad.

La tragedia de Recoleta es un recordatorio de que la prudencia debe ser total: manejar sobrio, atento y con pleno respeto a las normas de tránsito. Al final, es la única forma de prevenir que estas historias se sigan repitiendo.

La tragedia ocurrida el 1° de enero, sumada a la reciente disminución de casos positivos en controles de alcoholemia durante las fiestas, encuadra en un contexto de transformación que busca hacer de Buenos Aires una ciudad más segura para transitar. Cuatro días antes, el Gobierno de la Ciudad había lanzado el Tercer Plan de Seguridad Vial, una estrategia ambiciosa que refuerza el compromiso asumido desde 2016 para reducir las víctimas fatales en incidentes de tránsito.

Las principales causas de siniestros viales siempre son exceso de velocidad (48%) y consumo de alcohol (20%). Juntos representan un riesgo crítico en las calles porteñas.

Ese Tercer Plan, que se desarrollará hasta 2027, incluye el aumento del 34 % en los operativos de control de velocidad, la incorporación de 50 cámaras nuevas y la intervención de 30 intersecciones críticas. Se endurecerán las sanciones por manejar bajo los efectos del alcohol. Las multas superarán el millón de pesos. Será obligatorio asistir a talleres de concientización para recuperar la licencia.

La Ciudad de Buenos Aires redujo en un 30 % las víctimas fatales entre 2020 y 2023. Ahora, aspira a un descenso del 40 % en los próximos tres años, tomando como referencia el promedio de fallecidos entre 2016 y 2019. El apoyo de la Iniciativa Bloomberg Philanthropies para la Seguridad Vial Global refuerza estas acciones, ofreciendo recursos técnicos y financieros para implementar las mejores prácticas internacionales. Este programa no solo busca mejorar la infraestructura y los controles, sino también promover una cultura de respeto y responsabilidad entre los usuarios de las vías.

Aunque las cifras muestran progresos alentadores, el episodio de Recoleta indica que la seguridad vial requiere un enfoque integral y constante.

Sobriedad al volante, sí. Es una reglamentación escrita. Pero la cultura vial se nutre los niveles de responsabilidad y respeto de los involucrados en la vía pública.

Esas son normas tácitas.

Y las más importantes.



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