• Diario 5 -Buenos Aires, lunes 17 de marzo de 2025

La remoción de tatuajes debe ser tomada con seriedad desde varios aspectos vinculados a la salud del involucrado. El derrotero no es sencillo y-según cada caso, habrá que dedicarle un buen tiempo a la recuperación de la piel limpia.

Ha hemos visto que el avance de la tecnología ha permitido que la eliminación de tatuajes sea cada vez más efectiva y segura. Sin embargo, no se trata de un proceso sencillo ni inmediato. Desde el punto de vista médico, la remoción de un tatuaje es un procedimiento que requiere evaluación profesional, técnicas avanzadas y un compromiso del paciente para seguir las indicaciones necesarias durante el proceso de eliminación y recuperación de la piel.

El método más utilizado y recomendado por los dermatólogos es el láser Q-Switched, que fragmenta las partículas de tinta en la piel para que el sistema inmunológico las elimine de manera progresiva. Este procedimiento suele requerir varias sesiones, dependiendo del tipo de tinta, la profundidad del tatuaje y las características de la piel del paciente.

Otro método menos común, pero aún en uso, es la dermoabrasión, que consiste en eliminar las capas superficiales de la piel mediante un procedimiento mecánico. Sin embargo, este tratamiento puede dejar cicatrices y su efectividad es limitada. También existen procedimientos quirúrgicos en los que se extirpa la piel tatuada, aunque solo se consideran en casos muy específicos.

El éxito de la eliminación de un tatuaje depende de diversos factores:

  • Color y composición de la tinta: Los tatuajes en tinta negra responden mejor al láser que los colores más claros o fluorescentes.
  • Profundidad y antigüedad del tatuaje: Los más superficiales y antiguos tienden a eliminarse con mayor facilidad.
  • Tipo de piel: Pieles más oscuras pueden tener un mayor riesgo de hiperpigmentación o cicatrices.
  • Cuidados post tratamiento: Es esencial evitar la exposición al sol y seguir las indicaciones del especialista para minimizar el riesgo de efectos secundarios.

Aunque la eliminación con láser es segura, pueden presentarse efectos adversos como enrojecimiento, inflamación, cambios en la pigmentación de la piel e incluso la formación de cicatrices en algunos casos. Es por ello que se recomienda realizar el procedimiento con un dermatólogo o profesional especializado en clínicas certificadas.

Si bien los tatuajes pueden parecer permanentes, la ciencia médica ha desarrollado soluciones efectivas para su remoción. Sin embargo, es fundamental considerar los riesgos, los costos y el tiempo que puede llevar el proceso antes de tomar la decisión de eliminar un tatuaje.

Quien esté pensando en eliminar un tatuaje, debe consultar con un dermatólogo. El especialista podrá explicar a cada paciente las opciones para eliminar un tatuaje y ayudarlo a elegir el método que probablemente sea el más eficaz.

Las tintas de algunos tatuajes responden mejor que otras al tratamiento con láser Q-Switched. Tatuajes pequeños podrían ser buenos candidatos para la eliminación quirúrgica. Siempre con la visión del dermatólogo. Otros son demasiado grandes para quitarlos con un bisturí.

Por lo general, la eliminación de un tatuaje se hace como un procedimiento ambulatorio con anestesia local. Aparte del láser y la eliminación quirúrgica, la dermoabrasión puede ser una forma de remover la tatoo ink, cargada de glicerina, pigmentos, resina y alcoholes.

Cirugía láser

Los láseres Q-switched, que liberan energía en un pulso único y potente, son el tratamiento elegido con mayor frecuencia para la eliminación de los tatuajes. Este tipo especial de láser podría usarse en pieles más oscuras para evitar cambiar el pigmento de la piel de manera permanente.

Antes del tratamiento con láser, se adormece la piel con una inyección de anestesia local. Luego, se aplica un potente pulso de energía en el tatuaje para calentar y desfragmentar la tinta del tatuaje. Los tatuajes multicolores podrían necesitar tratamiento con varios láseres y diferentes longitudes de onda.

Después del procedimiento, es posible que observes hinchazón y, quizás, ampollas o sangrado. Un ungüento antibacteriano puede ayudar a la cicatrización. Seguramente necesitarás varias sesiones para aclarar el tatuaje y podría no ser posible borrarlo por completo.

Extirpación quirúrgica

Durante la eliminación quirúrgica, se insensibiliza la piel con una inyección de anestesia local. El tatuaje se elimina con un bisturí y los bordes de la piel se unen con puntos. Después del procedimiento, el ungüento antibacteriano favorece la curación.

La eliminación quirúrgica del tatuaje es eficaz, pero deja una cicatriz y puede ser práctica solo para tatuajes pequeños.

Dermoabrasión

Durante el procedimiento de dermoabrasión, el área tatuada, generalmente, se enfría hasta que queda insensibilizada. Luego, la piel tatuada se «lija» hasta llegar a niveles más profundos con un dispositivo rotatorio de alta velocidad que cuenta con una rueda o un cepillo abrasivo. Esto permite que la tinta del tatuaje drene por la piel.

Se sentirá dolor e irritación en el área afectada por varios días después del procedimiento. La recuperación puede tardar de dos a tres semanas como máximo. Debido a que los resultados son poco predecibles y menos eficaces que con láser o con una combinación de láser y escisión, la dermoabrasión no es una opción frecuente.

Nunca hay que dejar de tomar en cuenta que los tatuajes están diseñados para ser permanentes. Para cumplir con la premisa de que el que avisa no es traidor, vale oro recordar que resulta difícil eliminar totalmente un tatuaje. Es probable que queden algunas cicatrices o variaciones en el color de la piel, independientemente del método específico de eliminación de tatuaje que se utilice.

¿Duele?

Dependiendo del tipo de eliminación de tatuaje que elija, puede haber distintos niveles de dolor o incomodidad. Algunas personas dicen que la eliminación es similar a hacerse un tatuaje, mientras que otras lo comparan con la sensación de una banda elástica que se golpea contra la piel. Es posible que le duela la piel después del procedimiento. Cuando estos procedimientos son dolorosos, el cirujano puede administrar anestesia general o un dermatólogo aplicará un anestésico tópico o le inyectará al paciente un anestésico local en la piel.

En cuanto a la duración del proceso o la cirugía, puede variar desde unos pocos minutos para la eliminación de tatuajes con láser hasta unas algunas horas para la escisión quirúrgica. Con los super tatuajes, es lógico que necesiten varias sesiones de eliminación, especialmente si elige el proceso láser. Pueden ser necesarias entre seis y doce visitas -a veces, más- antes de ver resultados.

¿Cómo se cuida la piel después de la eliminación de un tatuaje?

El servicio médico o el propio cirujano darán instrucciones sobre cómo debe cuidar la piel después de un procedimiento de eliminación de tatuajes. Lo más habitual es que inmediatamente después del tratamiento, se deba aplicar una compresa de hielo para aliviar la zona tratada. Es casi seguro que se deba aplicar una crema o ungüento antibiótico tópico en la piel y es altamente probable que deba utilizarse un vendaje para proteger la zona.

La ducha vendrá al día siguiente pero evitando frotar la zona afectada. Y lo último e importantísimo: se debe cubrir la zona tratada con protector solar al salir al aire libre. Jamás debe intentarse arrancar fragmentos de piel después del tratamiento, porque podría dejar cicatrices.

 


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