La mirada de sospecha sobre Formosa que antes tenía el arco opositor contagia a muchos colaboradores del presidente. Sólo que todavía no lo dicen. En muchas familias formoseñas hay certeza de culpabilidad de Insfrán en la permisiva forma de ver la acción de la policía provincial. La aparición de Amnistía Internacional no estaba en el cálculo de nadie. Es un tema muy incómodo para un gobierno que viene teniendo a su lado las organizaciones que pelearon a brazo partido por muchos asuntos violatorios de Derechos Humanos.
Si la pregunta es ¿qué hacer con Formosa?, el gobierno debe responderse inmediatamente: escuchar a todos (claramente, TODES) y encontrar la verdad antes de que la taponen desde el gobierno provincial.