La Ciudad de Buenos Aires llevará adelante una nueva subasta de coches Fiat que, durante décadas, funcionaron en la Línea D del subte, una de las más transitadas y que recorre zonas de alto nivel económico y comercial. Estos vagones, que ya no están en servicio por sus limitaciones tecnológicas y su antigüedad, eran conocidos por ser particularmente ruidosos, una característica que los hacía notar en el día a día de los pasajeros.
Con la llegada de trenes más modernos, esos coches fueron destinados a la Línea E, que conecta barrios más humildes de la ciudad, marcando una diferencia en el equipamiento entre las distintas líneas del subterráneo. Hoy, tras años de servicio, la Ciudad pone a remate 18 unidades de estos históricos vagones, con un precio base de $12.750.000 por lote.
Los fondos recaudados serán reinvertidos en diversos proyectos para mejorar la infraestructura de la red de subterráneos. Uno de los planes abandonados por Subterráneos de Buenos Aires y las empresas concesionarias (Hoy, Emova y antes, Metrovías) es la instalación de paneles acústicos en lo túneles del recorrido para evitar la expansión de sonido que, en algunos tramos, es un ruido ensordecedor.
Las opciones para estos coches retirados del servicio son variadas: desde su conversión en restaurantes o alojamientos turísticos, hasta ser adquiridos por coleccionistas. De ser así, los motores deberían ser estructuralmente desmontados y sus elementos retirados, para ahorrar varias toneladas en el peso final de cada vagón a rematar.
La subasta está abierta a personas y empresas que cumplan con los requisitos publicados en la web de Subterráneos de Buenos Aires, donde también se puede consultar el estado de las unidades. La apertura de sobres se realizará el 8 de noviembre, y el ganador deberá hacerse cargo del traslado desde el Taller Polvorín.
Hay personas que son capaces de reconocer uno por uno todos los vagones de los Subterráneos de Buenos Aires, debido a la combinación de su capacidad de observación y la incontable cantidad de veces que viajaron en ellos. Les La operación que se está planificando puede tener un costado sensible y sólo vamos a saber si éste se manifiesta, una vez que el martillo confirme las ventas.