León XIV: Aquel llamado desde el Vaticano
En la Santa Sede, el Papa Francisco convocó a Robert Prevost en 2019 y lo designó miembro de la Congregación para el Clero. En 2020 lo incorporó a la Congregación para los Obispos, además de nombrarlo administrador apostólico de la diócesis del Callao. En 2023, Francisco lo designó prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
La fuerte relación entre el papa Francisco y León XIV marcó profundamente su carrera eclesiástica. Apenas un año después de asumir el papado, Francisco lo nombró obispo de Chiclayo, iniciando una colaboración que consolidó a Prevost como uno de sus hombres de confianza. Su cercanía con la realidad latinoamericana y su visión pastoral coinciden en gran medida con el legado de Francisco.
El mensaje de continuidad
«No podemos parar, no podemos retroceder. Tenemos que ver cómo el Espíritu Santo quiere que la Iglesia sea hoy y mañana», expresó León XIV hace apenas un mes en una entrevista con Vatican News. El mensaje refleja su convicción de que, aunque el Evangelio permanece inmutable, las formas de llegar a los jóvenes, los pobres y los políticos deben adaptarse al mundo actual.
La relación con el papa Francisco también se refleja en su perspectiva misionera: “Una Iglesia pobre, que camina con los pobres, que sirve a los pobres”. Esa esencia franciscana sigue impregnada en el liderazgo de León XIV, quien ha asumido el desafío de continuar la transformación pastoral iniciada por su antecesor.
Y se perfila como un verdadero Papa de la paz. Podría deducisrse que su mensaje para el mundo fue: «hagan lo que haga, háganlo en paz». Al asumir el pontificado, León XIV no olvidó su vínculo con Perú. En ese primer discurso en Roma, dedicó un saludo especial a Chiclayo, agradeciendo el acompañamiento y la fe de sus habitantes. Sus palabras resonaron con especial emoción en la comunidad, que celebró su elección como Papa con muestras de gratitud y orgullo.
A pesar de su popularidad, el nombramiento de León XIV no estuvo exento de polémicas. La organización SNAP lo acusó de encubrimiento en casos de abuso sexual durante su etapa en Chicago, pero el periodista Pedro Salinas desmintió estas denuncias, atribuyéndolas a intentos de desprestigio por parte del grupo Sodalicio, a quien Prevost enfrentó abiertamente en defensa de las víctimas.
En definitiva, León XIV lleva consigo un legado de fe y servicio que trascendió fronteras. Su amor por Perú sigue vigente y su trayectoria pastoral es, sin duda, un testimonio del poder transformador de la vocación misionera.