El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires proyecta instalar unos 7.000 contenedores «antivandálicos» en puntos críticos para mejorar la higiene urbana. Estos nuevos dispositivos, probados durante enero en los barrios de Retiro y Recoleta, parecen haber dado resultados positivos al reducir la basura diseminada en la vía pública. Y surge la pregunta: ¿qué significa, realmente, que un contenedor sea «antivandálico»?
Según la información oficial, el término se refiere a un diseño con un sistema de “buzón” que permite introducir bolsas de residuos pero impide sacarlas. La tapa cuenta con un mecanismo de resorte que asegura su cierre automático, evitando que la basura quede expuesta. El diseño, adem{as, evita el depósito de residuos voluminosos, que suelen dañar los contenedores y obstruir los sumideros. De algún modo hay que terminar con eso de tirar muebles o electrodomésticos a los contenedores
¿Estamos «tecnologizando» lo que debería ser ultra sencillo?
Aunque la innovación es bienvenida, el uso del término «antivandálico» abre una interesante polémica. Técnicamente, lo antivandálico debería apuntar a la prevención de daños intencionales. Es un problema, dado que hay miles de personas que se dedican -lamentablemente- a buscar entre los residuos, alguna cosa de valor que podría serles útil para una venta. En este caso parece estar más vinculado al mal uso cotidiano y no necesariamente al vandalismo en su acepción más directa.
Madrid, Nueva York y París también implementaron contenedores con mecanismos de cierre automático o a pedal, priorizando la higiene y la prevención de plagas. Existen también los contenedores soterrados, que además de mejorar la estética urbana, dificultan su vandalización. Comparado con estas alternativas, el «buzón» porteño podría ser un primer paso, aunque limitado en su capacidad de resistencia a un vandalismo más agresivo. Se verá su rendimiento al paso del tiempo.
Tiene lógica que la Ciudad busque reducir el impacto visual y sanitario de la basura dispersa. Pero nunca hay que perder de vista que los vecinos cumplan con las pautas de horario de disposición de residuos, de 19.00 a 21.00. Y que también hagan uso del servicio de retiro de residuos voluminosos. Es tiempo de que la educación y la concientización ciudadana complementen cualquier innovación tecnológica.
¿Estamos ante una Solución real o una medida paliativa?
Los nuevos contenedores parecen ser un avance para ordenar los residuos en la vía pública. No obstante, la efectividad real de la propuesta dependerá tanto de la durabilidad del diseño como del compromiso ciudadano. Desde siempre hablamos del tan mentado cambio cultural. El tratamiento de la basura podría ser un capítulo. El contenedor donde se deposita es un aporte del Estado. Más allá de que somos contribuyentes y pagamos impuestos a la Ciudad, tenemos que.