• Diario 5 -Buenos Aires, domingo 19 de enero de 2025

Las estadísticas están indicando que el mayor éxito en la Noche de los Museos fue que más de 25.000 visitantes recorrieron escuelas emblemáticas de la Ciudad

Que hubiera larguísimas filas para ingresar al MALBA o al Museo Nacional de Bellas Artes era un cálculo que no requería de grandes ecuaciones. Pero que las escuelas se robaran gran parte del protagonismo en la Noche de os Museos, dejó en estado de sorpresa hasta al más calculador.

En la 20ma. edición del cada vez más exitoso evento, volvió a sobresalir la riqueza cultural de Buenos Aires que, enhorabuena, no recibe las balas de las sucesivas crisis económicas de la Argentina. Entre los 250 espacios culturales participantes, 36 escuelas se sumaron con propuestas únicas, atrayendo a más de 25.000 visitantes que tuvieron la oportunidad de explorar el patrimonio histórico y educativo de estas instituciones.

El sábado 9 de noviembre las escuelas abrieron sus puertas, iluminando sus fachadas y mostrando su historia a través de aulas, bibliotecas, patios y balcones. Los asistentes pudieron apreciar una variada muestra de objetos que forman parte del legado educativo de la Ciudad: mapas antiguos, globos terráqueos, pizarrones, motores, automóviles fabricados por estudiantes, libros históricos y herramientas de laboratorio del siglo pasado.

Cada escuela ofreció experiencias singulares. Hubo representaciones históricas en las que actores personificaron  a docentes y estudiantes de antaño, así como a figuras históricas relevantes. Otras prepararon actividades artísticas para enriquecer la propuesta cultural, como Peñas de Tango y Folclore. Y una gran sorpresa fue encontrar innovaciones interactivas en los espacios educativos: Salas de escape y experiencias inmersivas marcaron una de las novedades de esta edición.

La participación de las escuelas en la Noche de los Museos refuerza su rol como parte de una Ciudad Educadora, un concepto que conecta a las instituciones con la comunidad, promoviendo el intercambio cultural y el aprendizaje colectivo. Aquí se entiende a la escuela como espacio cultural y so sólo educativo.

Además de ser centros de enseñanza, estas escuelas resguardan un patrimonio invaluable compuesto por documentos históricos, materiales didácticos, fotografías y otros objetos que reflejan su evolución a lo largo del tiempo. Durante la jornada, vecinos y turistas pudieron descubrir este legado, que refiere al papel fundamental de las escuelas en la construcción de identidad y memoria colectiva.

Participaron escuelas de gestión estatal y privada, de todos los niveles (inicial, primario, secundario y terciario) y modalidades, como educación especial y de adultos. Cada una presentó propuestas interactivas diseñadas para acercar la historia y los valores educativos a la comunidad.

El programa Huellas de la Escuela, dedicado a la preservación del patrimonio escolar, brindó su apoyo en la organización de las exposiciones, asegurando que los documentos y objetos históricos estuvieran dispuestos de manera adecuada para su apreciación y cuidado.

La inclusión de las escuelas en un evento de tal magnitud demuestra que Buenos Aires está preparada la la amalgama entre cultura y educación que será tan necesaria en la formación de los argentinos de las generaciones que deberán llegar al Siglo XXII con una catarata de complicaciones que, preferiblemente, deberán enfrentar con la mayor formación posible.

Durante unas horas, estas instituciones se transformaron en museos vivos, conectando a miles de personas con su historia y destacando el rol que tienen en el desarrollo cultural y educativo de la Ciudad. Al comprobarse la robustez de sus propuestas, que van desde lo histórico hasta lo innovador, la Noche de los Museos se consolida en el calendario porteño como una cita valiosa.

El Museo Bernasconi fue uno de esos protagonistas. Su programa combinó arte, música, aprendizaje y actividades interactivas, con la clara intención de reafirmar su lugar como un espacio clave en el patrimonio cultural y educativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La música -que emocionó a los asistentes en el Teatro Bernasconi- comenzó con un concierto de la Orquesta de la sede Retiro-Juncal del Programa de Orquestas Infantiles y Juveniles del Ministerio de Educación y de la Escuela de Coro y Orquesta «Athos Palma» del Instituto Félix Bernasconi. Se notó el beneplácito del público.

La otra parte en la que se lució el Instituto Bernasconi con su museo fueron sus propuestas interactivas:

  • Taller «Postales del Museo Bernasconi: Dibujando recuerdos»: Un espacio donde las familias exploraron el patrimonio del museo y plasmaron sus impresiones en postales únicas, inspiradas en objetos y espacios emblemáticos.
  • Exploradores en la Sala Ángel Gallardo: Los más pequeños se sumergieron en el mundo de las ciencias naturales al avistar aves expuestas y aprender, mediante el juego, las características de cada especie.
  • Sala Rosario Vera Peñaloza: Recientemente inaugurada, esta sala ofreció una propuesta lúdico-didáctica que fomentó la imaginación y la creatividad de niños y niñas, consolidándose como un nuevo espacio clave en el museo.

Y lo más valioso: un recorrido por el legado educativo. Los visitantes, al recorrer las salas del museo, podían ir descubriendo el invaluable legado de Rosario Vera Peñaloza y el material didáctico que sigue siendo una fuente de inspiración para la educación. Este patrimonio, cuidadosamente conservado, refleja el impacto de una de las figuras más importantes en la historia pedagógica de la Argentina.



 

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