• Diario 5 -Buenos Aires, domingo 19 de enero de 2025

Eso representa el Día de la Soberanía Nacional al recordar a batalla naval de la Vuelta de Obligado

Cada 20 de noviembre, los argentinos conmemoramos la heroica defensa del territorio y la autodeterminación frente a potencias extranjeras durante la Batalla de la Vuelta de Obligado, librada en 1845. Este episodio, cargado de simbolismo, marca un hito en la historia del país, al ser un acto de resistencia frente a la alianza anglofrancesa, que buscaba imponer la libre navegabilidad de los ríos interiores en beneficio de sus intereses comerciales.

Desde 2010, el 20 de noviembre es feriado nacional. Sin embargo, este año el asueto se traslada al lunes 23 de noviembre, en línea con la política de feriados turísticos que busca fomentar el movimiento económico interno.

El conflicto que derivó en la Batalla de la Vuelta de Obligado no fue un hecho aislado, sino parte de una serie de tensiones que involucraban al gobierno de la Confederación Argentina, liderado por Juan Manuel de Rosas como encargado de las relaciones exteriores. Estas tensiones enfrentaban, por un lado, a la Confederación con Francia y Gran Bretaña y, por otro, con sectores opositores exiliados en el Uruguay, quienes buscaban debilitar el poder político bonaerense.

El 20 de noviembre de 1845, el general Lucio Norberto Mansilla, al frente de las tropas confederadas, organizó la defensa en el paraje conocido como Vuelta de Obligado, en el Río Paraná, a 18 kilómetros de San Pedro. Allí, las fuerzas argentinas, conscientes de su inferioridad numérica y tecnológica, tendieron cadenas sostenidas por botes a lo ancho del río para obstaculizar el paso de una imponente flota compuesta por 22 barcos de guerra y más de 100 mercantes anglofranceses.

Las baterías de artillería, ubicadas estratégicamente en ambas márgenes del río, intentaron resistir el avance. La batalla se extendió por siete horas y, aunque los invasores lograron romper el bloqueo, el heroísmo de las tropas argentinas marcó un precedente en la defensa de la soberanía nacional.

Del combate al triunfo diplomático

Si bien la batalla tuvo un desenlace desfavorable en lo militar, las consecuencias diplomáticas fueron significativas. La resistencia criolla, liderada por Mansilla, evidenció el costo político y económico de la intervención anglofrancesa, lo que derivó en la firma del Tratado Arana-Southern en 1847. Este acuerdo reconoció la soberanía argentina sobre sus ríos interiores y estableció el retiro de las fuerzas extranjeras.

Además de garantizar la soberanía territorial, este episodio frenó la imposición de productos extranjeros que amenazaban a la economía local. La Vuelta de Obligado, por lo tanto, no solamente consolidó un principio de autodeterminación, sino que fortaleció la identidad nacional frente a las adversidades.

En 2020, investigaciones arqueológicas han dado nueva luz sobre este hecho histórico. Entre los hallazgos más destacados se encuentra una de las cadenas utilizadas en el bloqueo del río, un símbolo tangible del ingenio y la resistencia de las tropas argentinas.

Cadenas de la Batalla de Obligado



 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *