Se suponía que la experiencia de 1978 con el mundial de la Argentina, todos los países con fuerte arraigo en los derechos humanos al salían su voz con gran firmeza sea el evento deportivo más importante del mundo volviese a quedar involucrado con las aberraciones de gobiernos intolerantes y violentos como el nuestro de entonces.
La conciencia acerca de lo que ocurre en captar y la hija responsabilidad de la fifa al haberles asignado la organización del mundial de futbol 2022, recién se expandió cuando los artistas Rod Stewart, Dua Lipa y Shakira se negaron a prestar su presencia en los espectáculos especiales tan habituales en las fiestas de inauguración de este evento.
Cuando Joan Manuel Serrat nos enseñó “ que llegamos siempre tarde donde nunca pasa nada…” era una metáfora. Pero parece que nosotros nos lo tomamos demasiado en serio. Cuando decimos ”nosotros”, hablamos de todos. Es extraño que se le haya pasado a tantas instituciones –por ejemplo- holandesas, francesas y belgas.
También extraña que buena parte de las mismísimas instituciones argentinas dedicadas al tema, hayan tomado las comprobadas denuncias sobre el estado qatarí, especialmente acerca del sufrimiento que se les infringe a las mujeres en General. Existe una única explicación que dejaría comprender el motivo de tan molesto silencio o, por lo menos, la evidencia de que están hablando demasiado bajo: se entusiasmaron con el fútbol.
Como la hipocresía es un bicho que puede atacar a cualquiera de todos nosotros, tenemos que ser conscientes de que personas e instituciones a las queserías conoció como autoridades morales de indiscutidos Prestigio y Valor, pueden cruzar hacia la vereda de los mediocres en un abrir y cerrar de ojos.
Spanish (Spain) 
Spanish (Argentina)