• Diario 5 -Buenos Aires, domingo 16 de noviembre de 2025

Con un título que homenajea a los anuncios de los históricos carnavales porteños, en este resumen policial TG para Diario 5, una nueva pieza del polémico cronista de policiales de la Argentina del Siglo XXI.

Sofi, la viuda negra de Villa Soldati, pensó que podía seguir durmiendo chabones y vaciándolos como si fueran notas de un pentagrama, pero los muchachos de la DIC7 la bajaron a la realité: la chuchi (26 Halloweens) quedó engrampada con siete afanos a cuestas y todas las pruebas en la mesa.

Otros tres inútiles que probaban entraderas por La Boca, también aprendieron que no es facilonga la ciudad: la DIC4 los cazó después de nueve meses de seguimiento, los apretó entre Balvanera y Zavaleta y se llevó todo lo que usaban para garcar a otros. Jamás una cucaracha fue tan aplastada como las aspiraciones criminales de estos pirulos.

Un pelandroide armado con cuchillo quiso dárselas de taita en Almagro, onda matón depre en película de Favio. Justito las cámaras del CMU lo siguieron como un espectador de cine. En cuestión de cuadras, el Guapo del 900 pasó a Modo Matambre, comprobando que no todos los que van rapidito escapan del circulito. Otro golpe al hamponaje pintó entre Moreno y Paso del Rey, donde cuatro termos dedicados al choriceo de 4×4, chuza de autopartes y servicio posventa, quedaron a merced de la Poli de la Ciudad: botín recuperado y cero chances a la fantasía de ser Don Corleone para estos paparulos.

En Villa Pueyrredón, un tereso con impronta criminal que había golpeado a una mujer con una botella y la tiró al sopi para arrancarle el celu, se encontró -enhorabuena- con la ley. Y siempre les queda barata la cana a los culisucios que meten violencia en sus putos afanos. Obviamente, cobardón guardado.

En Almagro y Boedo, dos motochorros lanzaron su raje después de manotear una mochila de una camioneta. Los interceptó un enjambre de cops en su salsa, redondeando alta persecuta. Motos secuestradas, obvio. Y el dueto de tirifilos masticó cordón con la frente húmeda. La velocidad no salva a los inútiles.

Tampoco zafaron tres cusifachos que craneaban jugar al robo sofisticado: Pintó una rápida denuncia al 911 por el «toque de magia» a un Chevrolet Corsa en Lugano. La bordó y celeste recuperó el checonato en Ordóñez y Oliden. Ahí le puso periscopio a los zochoris que primero enfilaron para «la 20». Finalmente, envasaron al vacío al mágico trío en una vivienda de Pola y Ordóñez. Tranquis los nenes: tenían una 32 con municiones y un morral con tres celulares, incluido el del reciente damnificado.

Tremendo lo de la logística de unos tarapis del pavimento, que habían asaltado -agarrate- cargas de leche en polvo para exportación. La opereta se les vino abajo con allanamientos en el conurbano y un teamwork con la Bona: carga asegurada y plop a los planes de lucro de estos «emprendedores lácteos». Tipos y minas de la banda, pegados.

Atriqui al tracatracaje en territorio porteño. El mote ceratiano mira las dos bandejas de la balanza: creer que la Ciudad de la Furia es el parque de diversiones del garquerío, tiene su precio, papi. Y cada paso en falso escupe consecuencias. Trapitos, autochorros, viudas gronchas, entraderos y corsarios urbanos, uno por uno puestos en evidencia y, en lo posible, con sellito humillante. Tarea cumplida. TG los despide con un giro volado de capa, rumbo a los billares de La Academia.

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