¿Aceptamos los argentinos al 15 de septiembre como posible "Día de la Democracia"?
Desde hace unos años, siempre para esta fecha, observamos un crecimiento de los medios de comunicación y cuentas de redes sociales que se esfuerzan por mencionar el Día Internacional de la Democracia.
¿Tiene valor para los argentinos que semejante referencia quede desprendida de nuestros ya tradicionales 30 de octubre, en el que recordamos nuestro “Día de la Recuperación de la Democracia” y 10 de diciembre, «Día de la Restauración de la Democracia«?
No va a ser fácil convencernos.
Al 15 de septiembre, como Día Internacional de la Democracia, lo estableció Naciones Unidas en por la Asamblea General el 8 de noviembre de 2007. Este día tiene como objetivo promover y consolidar el sistema democrático en todo el mundo, destacando su importancia sobre otros sistemas de gobierno como monárquicos, tiránicos o dictatoriales.
En Latinoamérica, la democracia tiene menos de 40 años de ejercicio continuo, enfrenta demasiada inestabilidad política y -aún- dictaduras o autocracias que producen golpes de estado de todos los estilos posibles y con inmensa capacidad de originalidad en mecanismos para eternizarse en el poder. Por ello, la consolidación de la democracia en la región es la única puerta al camino de un desarrollo que pueda identificarse como digno.
La Agenda de Desarrollo Sostenible, aprobada en septiembre de 2015, subraya la importancia de la democracia al comprometer a 193 países a garantizar el acceso universal a bienes públicos, la atención a la salud, la educación y oportunidades de trabajo decente. Estos objetivos están intrínsecamente relacionados con los principios democráticos.
Cada año, las Naciones Unidas eligen un tema específico para el Día Internacional de la Democracia, promoviendo debates y actividades que fomentan la reflexión sobre los diferentes aspectos y desafíos de la democracia. En 2024 año se eligió el siguiente: «Importancia de la Inteligencia Artificial (IA) como herramienta para la buena gobernanza»
Ahora bien, en la Argentina, el Día Internacional de la Democracia se enfrenta con el arraigado 30 de octubre, una fecha con profunda resonancia en nuestra historia democrática reciente.
Como sea, cualquier fecha que refiera al respeto de la institucionalidad de una nación debemos aprovecharla para transmitir a los más jóvenes la imperiosa necesidad de reforzar los valores de participación y transparencia. Y hay una razón muy sencilla por la que insistimos en esa recomendación: no encontramos a nadie que pueda negarnos el deterioro, diariamente creciente, de esos valores.
La clave es no quedarnos sin una guía que nos mantenga en el correcto camino de la conciencia cívica. Por un lado, el 30 de octubre tiene un peso histórico irremplazable. Pero si el 15 de septiembre asomara con alguna eventual tendencia a convertirse en un punto de partida para aprender, reforzar conceptos, renovar el compromiso con la democracia y fortalecer su práctica en la vida cotidiana de los argentinos, bienvenida la fecha.