La Distribución de Paradas de Colectivos en Comuna 3 está por debajo del nivel del sentido común
No es nuevo. Ciudad extensa. Y hay toda una dinámica propia para Buenos Aires. El transporte público prioridad 1 a diario para millones de personas. Aunque el sistema de transporte ha visto avances notables con la implementación del Metrobús, que ha mejorado la circulación en varias avenidas principales, la situación es muy diferente en otras zonas de la ciudad. La distribución y la señalización de las paradas de colectivos en muchas avenidas y calles secundarias es, a menudo, deficiente y, en algunos casos, completamente abandonada.
Nos vemos obligados a reinsertarnos en un tema ya tratado en profundidad por DIARIO 5 con mucha preocupación en varias oportunidades desde hace más de 12 años: las paradas mal distribuidas.
Uno de los problemas más notorios en la distribución de las paradas de colectivos es la falta de coordinación entre las distintas líneas que circulan por las mismas avenidas o que tienen destinos similares. A diferencia de lo que sucede en los corredores del Metrobús, donde las paradas están claramente señalizadas y agrupadas por destino, en otras avenidas es común encontrar paradas de diferentes líneas que se encuentran distantes entre sí, obligando a los pasajeros a caminar varios metros, incluso cuadras, para conectar entre colectivos que podrían estar pasando por la misma ruta.
Esta dispersión de paradas no solo es un inconveniente para quienes necesitan hacer combinaciones rápidas, sino que también incrementa el tiempo de espera y reduce la eficiencia del transporte público en general. En lugar de tener un sistema optimizado donde las paradas estén estratégicamente ubicadas para facilitar el transbordo, los usuarios se ven obligados a recorrer distancias innecesarias, lo que es especialmente problemático para personas mayores, con movilidad reducida o quienes cargan bolsas pesadas.
Lamentablemente, el diseño que le vendieron como «paradas Inteligentes» a Guillermo Dietrich, otrora ministro de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires durante la jefatura de Mauricio Macri, resultó un fracaso que aún los usuarios siguen sufriendo, especialmente a lo largo de a Av. Entre Ríos.
Otro tema crítico -también con seguimiento de nuestro medio- es la falta de visibilidad y claridad en la señalización de las paradas. Mientras que en las avenidas con Metrobús las paradas son claramente identificables, en muchas otras partes de la ciudad, las señales son insuficientes o están en mal estado. En algunos lugares, la identificación de las líneas se reduce a simples stickers pegados en paredes o postes, que a menudo están desgastados o mal colocados, y que resultan invisibles para aquellos que no están familiarizados con la zona.
Ni qué hablar del problema que esto representa para turistas, visitantes ocasionales, o incluso para los mismos porteños que transitan por barrios menos conocidos. Con una señalización condenable, viajar en colectivo se convierte en una tarea frustrante. Hasta confusa, porque aumenta la probabilidad de que los usuarios se pierdan o suban al colectivo equivocado.
Paradas sin Refugio: ¿Esperar Bajo la Lluvia es la Normativa, carajo?
La falta de refugios en muchas paradas es otro de los problemas recurrentes. Un claro ejemplo de esto se puede observar en la Avenida Entre Ríos, donde los pasajeros del colectivo 12, entre otras líneas, se ven obligados a esperar bajo la lluvia, sin ninguna protección. Las fotos de gente empapada, esperando a que llegue su colectivo, son un testimonio de la falta de consideración y planificación en la instalación de refugios.
Un refugio adecuado no solo protege de las inclemencias del tiempo, sino que también ofrece una sensación de seguridad y comodidad a los pasajeros. Es lamentable que en pleno siglo XXI, una ciudad como Buenos Aires, que se enorgullece de su infraestructura, no pueda garantizar algo tan básico como un techo para quienes esperan el transporte público.
La Necesidad de una Solución Integral
La situación actual en la distribución de las paradas de colectivos en Buenos Aires evidencia una falta de planificación y una desatención a las necesidades reales de los usuarios del transporte público. Si bien el Metrobús ha demostrado ser un modelo exitoso en algunas avenidas, el mismo nivel de cuidado y atención debe extenderse al resto de la red.
Es fundamental que se realice un análisis integral de la distribución de las paradas, la visibilidad de la señalización, y la instalación de refugios en toda la ciudad. La movilidad en Buenos Aires no puede depender únicamente de unas pocas avenidas privilegiadas; cada ciudadano merece un sistema de transporte público eficiente, cómodo y accesible.
Estos problemas vienen siendo ignorados desde hace demasiado tiempo. Es hora de que algún área con autoridad trabaje para ofrecer una solución que esté a la altura de lo que se jactan gestionar. Las necesidades y expectativas de quienes utilizan diariamente el transporte público en Buenos Aires es la medida exacta para cumplir con la operatividad que se requiere para solucionar este desorden crónico de haya sectores en Buenos Aires desde donde no se viaja bien. Todas las grandes ciudades necesitan establecer con inteligencia sus pautas de orden, respetando todos los items de su infraestructura. Muchas paradas de colectivo son una fuerte deuda pendiente y un bajón en la calidad de vida de los vecinos.