Se trabaja para que en este año se apruebe la Ley Nacional de Mecenazgo, cuya equivalente en la Ciudad, ya tiene 7 años de experiencia y efectos importantes en inversión privada en cultura.
Quienes se mantienen atentos a los avances que apuntan a que las cámaras de Diputados y Senadores traten el proyecto, son los miembros del equipo de la Dirección Nacional de Mecenazgo, encabezada por Juan Manuel Beati. El funcionario toma como referencia los 500 proyectos anuales a cuyas iniciativas las empresas pueden ayudar aprovechando la quita de hasta el 10% en Ingresos Brutos. En caso de aprobarse una Ley de Mecenazgo de orden nacional, los beneficios los brindará la AFIP y las quitas en el Impuesto a las Ganancias serán la superstar de este estímulo cultural.
La DNM apunta, fundamentalmente, a proyectos que tengan que ver con el Patrimonio Cultural o con la reivindicación de las culturas originarias o poblaciones vulnerables del país. Siguiendo con el modelo trazado por la Ciudad de Buenos Aires, siempre hay que tomar en cuenta los montos de subsidio de $450.000 para la puesta en marcha de proyectos en general y de $1.500.000 para la restauración de edificios.
En su oportunidad, Beati fue claro en la diferenciación de alícuotas dependiendo en qué lugar se haga la inversión en cultura, en pos de darle un sentido federal a la ley.
Ciudad de Buenos Aires, Chaco y La Rioja son las jurisdicciones con leyes de mecenazgo en funcionamiento, mientras que Catamarca, Tierra del Fuego, Santa Cruz y Tucumán sancionaron sus respectivas normativas y no lograron poner en marcha el mecanismo de mecenazgo aún. Por tal motivo, el impulso que pretende tener la Ley Nacional de Mecenazgo es lo suficientemente fuerte como para, de inmediato, influir en las administraciones locales que puedan, también, obtener un régimen de ayuda a proyectos culturales a nivel local, incluso en municipios.L
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