En Sesión del 15 de diciembre último, el poder legislativo de la Ciudad se involucró acertadamente en la recordación de uno de los hitos más significativos, tanto para la defensa de la Declaración de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, como de la liberación del colonialismo en la región: el inconmensurable acto de trasladar a un regimiento militar de un lado a otro de una cadena montañosa casi interminable con picos de casi 6.000 metros por sobre el nivel del mar, por lo que los caminos a recorrer los llevó -como en el caso de Portezuelo- a circular a unos 4.500 metros de altura, combinando etapas a lomo de mula, trepando y cargando con armamentos y equipos logísticos que -en 1817- no contaban con demasiados elementos ajenos a la construcción en hierro.
Se sancionó para que quede lista, durante el mes transcurrido, la placa recordatoria que se describe en el reporte de la Legislatura, que dejó registrado que presidieron la Sesión Diego Santilli, Carmen Polledo y Carlos Tomada con 58 legisladores presentes y 2 ausentes
Articulo 1°.- La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires conmemora el 200° Aniversario del Cruce de los Andes por parte del
Ejército de los Andes al mando del General Don José de San Martín, el día 19 de enero de 2017.
Art. 2°- Dispónese Ia colocación de una placa conmemorativa en el Regimiento de Granaderos a Caballo «General San Martín», sito en la calle
Gral. Manuel N. Savio 499 de esta ciudad, con el siguiente texto:
Legislatura Porteña
LA LEGISLATURA DE LA CIUDAD AUTóNOMA DE BUENOS AIRES
AL EJERCITO DE LOS ANDES COMAN DADO POR EL
CAPITÁN GENERAL JOSÉ DE SAN MARTÍN
AL CONMEMORARSE EL 200° ANIVERSARIO DEL CRUCE DE LOS ANDES
1817- 19 de Enero- 2017
Art. 3°.- Comuniquese, etc.
DIEGO SANTILLI
CARLOS SERAFIN PEREZ
Los Granaderos fueron, desde ese paso heroico y triunfal, uno de los símbolos más jerarquizados para las pretensiones de un devenir de Nación, truncado por el riesgo que implicó no arriesgarse en nada y por las audacias pendulares que una seguidilla de detentores del Poder en el Estado Argentino, cometieron con algunos valores preciados de la Patria. Las generaciones se fueron renovando. Si sabemos separar la paja del trigo, comprenderemos que al paso del tiempo, el glorioso regimiento debió enfrentar cada nuevo porvenir con manchas, heridas y pérdidas de honor. Así y todo el argentino no se equivoca cuando hay que evocar un mismo nombre que vivió ambivalentemente dos o más momentos de su historia: El Regimiento de Granaderos a Caballo en 1817 alcanzó la gloria. El despilfarro de decoros y vergüenzas -hasta perder ambas- fue posterior.
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