Leon XIV, Capítulo I: Chicago.
Los católicos celebraron el anuncio del advenimiento de León XIV como nuevo Sumo Pontífice. Es el primer Papa estadounidense en los 2.000 años de historia de la Iglesia. El Chicago Tribune celebró que el protagonista de esta historia nació y creció en el área de de esa ciudad. El diario asegura que sus coterráneos se maravillaron de que los fieles ahora serán guiados por un chico local con el que se pueden identificar, que creció en los suburbios del sur, anima a los White Sox y va a la Pizzería Aurelio’s cuando regresa a casa.
En sus primeras palabras como Papa León XIV, Robert Francis Prevost, de 69 años, proclamó “La paz sea con vosotros”, invocando un mensaje de diálogo, unidad y cuidado de los necesitados desde la Ciudad del Vaticano. Pero al hacer referencia a la Paz unas cinco veces más en el resto de su discurso, entendimos que el Papa estaba poniendo, de entrada, el periscopio en los conflictos militares más mirados por la población global en este momento: la incursión de Israel en Gaza, el trágico enfrentamiento ruso-ucraniano, la peligrosa sorpresa de los ataques de la India a Pakistán, los recurrentes derramamientos de sangre en el África y otras áreas del mundo que están viviendo tragedias bélicas.
“Cuando escuché la noticia del nuevo Santo Padre en ese momento, al menos aquí en Chicago, salió el sol”, dijo el reverendo Greg Sakowicz, rector de la Catedral del Santo Nombre.
Algunos dirían que el clima soleado fue sólo una coincidencia, reconoció Sakowicz. Pero “la coincidencia es la manera que tiene Dios de permanecer anónimo”, añadió.
Prevost, misionero de larga data y miembro de la orden religiosa agustina, hizo su primera aparición en la logia de la Basílica de San Pedro el jueves vistiendo la tradicional capa roja del papado.
«Dios nos ama, a todos nosotros, el mal no prevalecerá», dijo al mundo en su primer mensaje como Papa. «Estamos todos en las manos de Dios. Sin miedo, unidos, de la mano de Dios y entre nosotros, seguiremos adelante».
Mientras crecía en el área de Chicago, Robert Prevost a menudo «jugaba a ser sacerdote», recordó su hermano mayor, John Prevost, después del anuncio.
El hermano menor colocaba una mesa cubierta con un mantel blanco y recitaba oraciones.
«Lo hacía todo el tiempo. Se lo tomaba muy en serio, no era un juego», dijo John Prevost el jueves frente a su casa en New Lenox.
John Prevost describió a su hermano como alguien con una calma natural y una profunda paciencia, una persona que siempre se sentía atraída por los demás. Cree que estas cualidades han forjado su camino hasta convertirse en Papa.
Su hermano menor encarna el espíritu de un “segundo Papa Francisco”, particularmente en su compasión por los inmigrantes y los pobres.
John Prevost reconoció que el papel tendrá sus desafíos, pero dijo que su hermano está listo.
«Es increíble, es una gran responsabilidad, pero lo van a escudriñar a diestro y siniestro», dijo. «Creo que será mucho. Pero tiene la paciencia de un santo».
Y lo más importante, al menos en términos de las credenciales del nuevo Papa en el South Side, John Prevost confirmó que su hermano «siempre» ha sido un fanático de los White Sox.
Raíces locales
Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en el Hospital Mercy de Chicago , y sus raíces católicas se arraigaron en los suburbios del sur, donde vivió en Dolton con sus padres y dos hermanos. Creció en la parroquia de Santa María de la Asunción, en el extremo sur de Chicago, donde asistió a la escuela, cantó en el coro y fue monaguillo.
Marianne Angarola, de 69 años, que estaba en la misma clase que Prevost, lo recuerda como un buen cantante que «se preocupaba por la gente» y «buscaba lo bueno en las cosas».
Santa María cerró hace años y quedó en mal estado, pero Angarola y otros han seguido su carrera, siguiéndolo en Internet para obtener actualizaciones a medida que ascendía en las filas de la iglesia.
“Era el orgullo de todos los sacerdotes y monjas de esa escuela”, dijo Angarola. “Todos sabían que era especial”.
Otra compañera de clase de St. Mary, Peggy Wurtz, recordó a Prevost cantando en la misa de medianoche con su madre, quien también era una vocalista talentosa. Wurtz dijo que su inteligencia la intimidaba, incluso en primaria. Durante la feria de ciencias de quinto grado, Wurtz recordó haber sentido vergüenza al responder una pregunta sobre su proyecto de caries delante de Prevost, quien era más hábil al explicar su trabajo.
«Ganó el primer premio», dijo Wurtz.
La clase de 1969 tiene una reunión anual y ella espera poder verlo en alguna de ellas más adelante.
«Supongo que deberíamos hacer una reunión de exalumnos en Roma para que nos reciba a todos a la vez», dijo Wurtz.
Familia, hogar de la infancia, legado
El padre de Prevost, Louis, fue un educador que dirigió el Distrito Escolar 167 de Glenwood y se desempeñó como director de la ahora desaparecida Escuela Primaria Mount Carmel en Chicago Heights. Falleció en 1997, según su obituario.
La escuela primaria cerró en 1990, casi al mismo tiempo que la iglesia parroquial de San Roque, durante la reestructuración fiscal de la Arquidiócesis de Chicago. Tras la presión de algunos fieles feligreses, el Oratorio de San Roque, ubicado en un edificio nuevo y más pequeño en Chicago Heights, reabrió sus puertas y celebró su primera misa el día de Navidad de 1998. Actualmente se llama San Roque.
Aunque el reverendo Michael Gilligan, sacerdote de la iglesia desde 2000, no conocía personalmente a Prevost ni a su difunto padre, quedó “atónito” de que un “chico local” sea el nuevo Papa.
Dijo que cree que Prevost fue elegido porque es un «hombre amable, bueno y pastoral».
“Todos los expertos decían que un estadounidense nunca sería elegido”, dijo Gilligan. “Y tener a un estadounidense que viene del pueblo donde vivo, de la parroquia a la que sirvo en Chicago Heights, es realmente asombroso”.
Una publicación en el sitio web de la Asociación de Exalumnos de Mendel Catholic Prep relata que, cuando Prevost era niño, “la vida familiar se centraba en la Iglesia de Santa María de la Asunción, ubicada en la calle 137 en el límite entre Chicago y Dolton, donde el joven Robert servía como monaguillo y asistía a la escuela parroquial”.
La madre de Prevost, Mildred, era bibliotecaria y trabajó en la Catedral del Santo Nombre, la Escuela Secundaria Von Steuben en la Zona Norte y la Preparatoria Católica Mendel. Falleció en 1990 tras décadas de servicio a la Iglesia de Santa María.
La calle donde creció Prevost, justo al lado de Indiana Avenue en Dolton, está llena de pequeñas cabañas de ladrillo similares a aquella en la que se crió.
El jueves por la tarde, Courtni Porter estuvo con un par de agentes inmobiliarios en el patio trasero de la casa. Porter, de 44 años y residente de Chicago, dijo que la casa era «hermosa por dentro, aunque estoy seguro de que no es como cuando él creció allí».
La casa fue recientemente renovada y está listada en $199,900, según el agente Sebastian Regium.
En la acera de la casa, Regium, de 24 años, sacó una foto del nuevo papa en su teléfono. Porter y una vecina, Donna Sagna, miraron por encima de su hombro para ver qué aspecto tenía. Porter ladeó la cabeza y pensó que la casa había sido una buena candidata para la venta, pero que la noticia de que el papa se había criado allí podría ser una señal para comprarla.
“Ese valor está a punto de subir cuando se enteren”, dijo Regium, riendo.
Educación, formación y prioridades
Tras graduarse de St. Mary’s en 1969, Prevost asistió a la escuela secundaria del Seminario San Agustín en Michigan. Después, residió brevemente en el seminario Tolentino, ahora clausurado, en Olympia Fields, un suburbio al sur, antes de asistir a la Universidad de Villanova en Pensilvania.
John Merkelis, presidente de la Providence Catholic High School en New Lenox, recordó haberse hecho amigo de Prevost en el Seminario St. Augustine en 1970. Los dos conectaron porque ambos provenían de comunidades suburbanas del sur, y Merkelis dijo que Prevost, que estaba un año adelante, sirvió casi como un mentor religioso para él.
“Él fue quien, en cierto modo, me explicó qué es un agustino”, dijo Merkelis. “Pensé de antemano que sería un gran papa. Es extraordinariamente inteligente. Siempre ha sido humilde. Tiene una fe enorme”.
Merkelis dijo que él y otros miembros del personal escolar estaban en la sala de profesores de Providence viendo las noticias atentamente cuando supieron que Prevost sucedería a Francisco como papa. Comentó que quienes estaban en la sala gritaron y se abrazaron, y que inmediatamente usó el sistema de sonido de la escuela para rezar por su viejo amigo.
«No es alguien que solo vive en una oficina», dijo Merkelis. «Es alguien con quien uno se identifica personalmente. Así que lo veo en línea con el ejemplo de (el expapa) Francisco».
Jim Priestley asistió a la preparatoria y a Villanova con Prevost. Se vieron el verano pasado, recordó Priestley, después de que Prevost visitara la zona para hablar con los feligreses de la iglesia católica de San Judas, en el suburbio sur de New Lenox. Durante su visita a casa, Prevost se reunió con viejos amigos en la pizzería Aurelio’s de Homewood, donde comieron y se pusieron al día.
Después, Priestley contó que habló con Prevost durante media hora en el estacionamiento y lo felicitó por su carrera.
“Solo le dije: ‘Bob, felicidades, pero no me imagino tener tanto estrés a nuestra edad. Parece más propio de jóvenes’. Pero él es de esos que lo soportan”, recordó Priestley. “Quizás no le resulte estresante. Debió decir: ‘Bueno, estoy dispuesto a ser Papa’. Seguro que hubo gente que dijo que de ninguna manera, porque es un puesto de enorme responsabilidad”.
Pero, dijo Priestley, Prevost es «el tipo de persona a la que le gustan los desafíos».
Mike Greco, quien también asistió a San Agustín con Prevost, lo llamó “un sacerdote devoto” y quizás “el hombre más inteligente, talentoso y sincero que he conocido”.
“Hemos sido amigos de toda la vida”, añadió Greco. “Estuve en su ordenación en Roma. Él bautizó a mi hijo”.
Prevost se licenció en teología en la Unión Teológica Católica de Chicago. Fue ordenado sacerdote en Roma y estudió allí hasta 1984, alternando entre puestos de liderazgo eclesiástico en Chicago y Perú hasta 2023.
Regresó a Chicago en 1998 para dirigir la provincia del Medio Oeste de la orden y, posteriormente, como su líder mundial. Durante ese tiempo, fue duramente criticado por su gestión de dos casos de abuso sexual que involucraban a sacerdotes agustinos de la zona. Organizaciones de sobrevivientes lo han acusado de permitir que el reverendo James Ray, sacerdote acusado de abuso de menores y cuyo ministerio había estado restringido desde 1991, viviera en el convento de San Juan Stone de los agustinos en Hyde Park en el año 2000, a pesar de su proximidad a una escuela primaria católica. El Vaticano ha negado previamente que Prevost aprobara el alojamiento.
Prevost también ha sido criticado por la gestión que la orden ha dado a las acusaciones contra el reverendo Richard McGrath, expresidente de la Escuela Secundaria Católica Providence en New Lenox. McGrath se desempeñó durante 32 años como director y luego presidente de la escuela antes de jubilarse en medio de denuncias de abuso de un estudiante y de tener pornografía en su teléfono. La orden resolvió la demanda de una de las acusadoras por 2 millones de dólares en 2023. McGrath nunca fue acusado penalmente. La Red de Sobrevivientes de Abusos por Sacerdotes presentó una denuncia contra Prevost ante el Vaticano en marzo.
James Egan, portavoz de SNAP de Chicago, dijo que la organización sin fines de lucro estaba «decepcionada» de que Prevost fuera elegido como Papa.
“Ciertamente, no nos da mucha esperanza en este momento. Duele”, dijo Egan. “Tenemos serias dudas sobre su compromiso de proteger realmente a los niños y de brindar a las víctimas de abuso infantil por parte del clero católico la justicia que merecen”.
A pesar de estas preocupaciones, Egan dijo que espera que SNAP pueda colaborar con Prevost para poner fin al abuso.
“Podemos llegar a una iglesia post abuso, y realmente esperamos poder trabajar con Robert Prevost en eso”, dijo Egan.
Prevost dirigió a los Agustinos de 2001 a 2013, con sede en Roma. En 2014, fue nombrado administrador apostólico y posteriormente obispo de Chiclayo , en el norte de Perú, una región donde los Agustinos de Chicago tienen una larga presencia.
En 2023, su predecesor, el papa Francisco, nombró a Prevost para asumir la poderosa oficina de obispos del Vaticano, encargada de examinar las nominaciones en todo el mundo de un canadiense jubilado que recientemente había sido acusado de conducta sexual inapropiada. Esta crucial oficina de la Santa Sede también investiga las acusaciones de abuso o negligencia contra obispos.
“Este es un día histórico”, dijo Robert Orsi, profesor de religión en la Universidad Northwestern. “Robert Francis Prevost era uno de los favoritos del papa Francisco, quien lo nombró cardenal hace apenas dos años”.
El homónimo del nuevo Papa, León XIII, era conocido por su abierta defensa de los derechos de los trabajadores a un salario digno, añadió Orsi.
Al adoptar este nombre, el Papa León XIV señala claramente sus prioridades. El Papa León XIII también desconfiaba profundamente de los nacionalistas, especialmente de aquellos que dividían a la Iglesia por disputas políticas. El Papa León de principios del siglo XXI, que pasó la mayor parte de sus 69 años fuera de Estados Unidos, parece estar ya llamando a los católicos a regresar a una fe verdaderamente global y abierta.
Política y fe
A medida que se iba conociendo la noticia del nuevo Papa con vínculos locales en el Capitolio del Estado de Illinois el jueves por la tarde, la representante estatal Norine Hammond se tomó un momento en la cámara de la Cámara para sonreír con orgullo porque el nuevo pontífice era originario del estado.
“Tenemos un papa de Chicago, Illinois”, dijo Hammond, republicano de Macomb, ante un gran aplauso en la cámara que duró unos 15 segundos. “Estamos muy emocionados y rezamos por él (el papa León XIV) para que pueda guiar al mundo entero de forma pacífica”.
Ese orgullo era más localizado para el representante estatal Will Davis, un demócrata del suburbio sur de Homewood, cuyo distrito incluye Dolton, donde se crió el nuevo Papa.
“Existe el deseo de que continúe reconociendo a los pobres del mundo, a las personas que necesitan ayuda, que necesitan orientación, y trabajará para tratar de unir a la gente como suelen hacer los papas”, dijo Davis.
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, también reconoció la trascendental ocasión.
“Este es uno de los momentos más importantes en la historia moderna de nuestra ciudad”, declaró Johnson. “El Papa León XIV será un defensor de los trabajadores de todo el mundo. Es lógico que naciera y se educara en la ciudad más pro-trabajadores de Estados Unidos. La Iglesia Católica tiene una sólida tradición de defender a los pobres y vulnerables, y sé que el Papa León XIV continuará con esa tradición. Este es un momento crucial para nuestra comunidad católica y para todos los habitantes de Chicago”.
Una cuenta en la plataforma de redes sociales X, antes conocida como Twitter, aparentemente perteneciente a Prevost, ha publicado muchas veces sobre temas políticos durante más de una década, y tan recientemente como este año.
“JD Vance está equivocado”, decía una de las publicaciones más recientes de la cuenta, citando un artículo de opinión del National Catholic Reporter que criticaba los comentarios del vicepresidente sobre cómo priorizar el amor a los demás.
La cuenta también retuiteó publicaciones que criticaban las políticas de inmigración de la administración Trump y un tuit del senador demócrata estadounidense Chris Murphy de Connecticut pidiendo acciones en lugar de «pensamientos y oraciones» tras el tiroteo masivo de 2017 en Las Vegas.
Prevost también aparentemente republicó un artículo de la Agencia Católica de Noticias de 2017 sobre los llamados a vetar un proyecto de ley de financiación del aborto estatal, que el entonces gobernador de Illinois, Bruce Rauner, un republicano, luego convirtió en ley.
El reverendo Michael Pfleger, pastor de la iglesia de Santa Sabina en Chicago, dijo que se sentía alentado por la selección de Prevost y creía que continuará con el legado del difunto Papa Francisco de atender a los pobres y cuidar la justicia social.
Pfleger dijo que las políticas de Prevost son un contrapunto a otras tendencias en la vida estadounidense donde algunas personas están “refinando lo que fue Jesús y lo que son las Escrituras para golpear a la gente”.
“Será conservador en cuanto a la doctrina, como lo fue Francisco. Francisco no apoyaba el sacerdocio femenino”, dijo Pfleger. “Pero creo que el amor de Prevost por la gente y la justicia, y sus experiencias en Perú, serán muy importantes para el futuro de la Iglesia Católica”.
Los católicos locales se regocijan
Cerca de 100 personas asistieron a la misa del mediodía en la Catedral del Santo Nombre de Chicago el jueves. Casi al final del servicio, el rector anunció quién era el Papa: un estadounidense de Chicago.
La multitud estalló en aplausos.
Julie Bartholomae, de Lincoln Park, salió para atender una llamada de su hermana, quien le estaba diciendo el nombre del Papa.
Sus ojos se iluminaron cuando descubrió que el nuevo líder de más de mil millones de católicos en todo el mundo era de Chicago.
“Creo que esto es muy emocionante: un Papa estadounidense y de Chicago”, dijo.
El anuncio del nuevo papa llenó de lágrimas de alegría a Katherine Gehl, feligresa de Holy Name. Caminaba de regreso a casa desde el gimnasio cuando escuchó la noticia y corrió a Holy Name.
“Fue extraordinario estar aquí, ¿saben?, en presencia de otros católicos”, dijo. “Solo puedo decir que rezo para que este Papa haga un llamado a la unidad. Eso es lo que necesitamos, porque tenemos tantos desafíos en todo el mundo y, con división, no los resolveremos. Solo se resolverán en unidad”.
Durante una conferencia de prensa en la catedral el jueves, el obispo Lawrence Sullivan, vicario general de la Arquidiócesis de Chicago, dijo: “Lo más importante es que se ha elegido un sucesor de San Pedro”.
“Así que, aunque nos sentimos orgullosos de que sea de Chicago… Pero el Papa León XIV es, ante todo, un hijo de Dios”, dijo Sullivan. “Y eso significa que está aquí para servir a todo el pueblo de Dios”.
Cuando los administradores de la escuela secundaria St. Rita of Cascia, una escuela dirigida por agustinos en el South Side, anunciaron la noticia del nombramiento por el intercomunicador, la escuela estalló en vítores, recordaron los estudiantes.
Las clases se transmitieron en vivo desde Roma.
“Simplemente dejamos de dar clases”, dijo Nick Herman, un estudiante de 18 años de Santa Rita. “Sentí que nos bendecía”.
Prevost fue profesor sustituto de física en la escuela hace unos 50 años, dijo el reverendo Tom McCarthy, director de extensión comunitaria de St. Rita.
McCarthy dijo que el próximo papa le llevaba 10 años de ventaja en la orden agustiniana. Había estado enviando correos electrónicos a Prevost durante la última semana y rezando por él. Les había pedido a sus estudiantes que hicieran lo mismo.
“Me imagino a San Agustín sonriéndole desde el cielo”, dijo McCarthy. “Solo puedo imaginarme lo orgulloso que está de que uno de sus hijos sea ahora el Papa”.
McCarthy dijo que Prevost se arriesgó al nombrarlo director de la escuela secundaria St. Rita en 1999, cuando tenía solo 35 años.
«Creo que será un ejemplo para la iglesia y para el mundo. De verdad», dijo McCarthy.
En Tucson, Arizona, el reverendo Peter Karalus nunca imaginó que llegaría el día en que un estadounidense fuera elegido Papa.
Por eso, cuando el cardenal Robert Francis Prevost, oriundo de Chicago, fue anunciado el jueves como el Papa León XIV, Karalus dijo que estaba tan atónito como cualquiera.
¿Escuché bien?», dijo Karalus al enterarse de los resultados de la elección papal. «Fue un poco surrealista escuchar palabras que nunca imaginaste oír».
Es la primera vez en la historia que un estadounidense servirá como pontífice, líder de 1.400 millones de católicos en todo el mundo.
“Es motivo de enorme orgullo que, en estos tiempos complejos y difíciles, el Espíritu Santo haya guiado a los Cardenales Electores a elegir no solo a este compatriota, sino a una persona de profunda fe, amplia perspectiva y una visión llena de esperanza”, declaró el obispo Michael W. Fisher a The News. “Que nos una e inspire a construir puentes y a ver siempre el bien en los demás, a servir a los más vulnerables y a proclamar con valentía la Buena Nueva que hemos recibido como hijos de Dios”.
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