El Resumen cronológico del avance del coronavirus en la Argentina nos remite al martes 4 de febrero, cuando el crucero Diamond Princess fue puesto en cuarentena en el puerto de Yokohama en Japón. Allí, 10 pasajeros fueron diagnosticados con COVID-19 durante las primeras etapas de la pandemia de COVID-19. Entre los viajeros diagnosticados se encontraba un hombre de 61 años de nacionalidad argentina, que viajaba acompañado de su esposa y que no tenía síntomas, siendo el primer paciente argentino infectado. El paciente fue trasladado a un hospital en Japón «para estudios y tratamiento». Los otros siete argentinos a bordo, incluida su esposa, permanecieron en el crucero en cuarentena hasta el 21 de febrero. El hombre estaba en perfecto estado de salud y fue liberado el 17 de febrero. Finalmente salió de Japón el 24 de febrero y llegó a Argentina el 26 de febrero. Se instaló en su casa en la ciudad de Buenos Aires.
Fueron días de tratamiento bastante liviano por parte de muchos medios de comunicación, a partir de las noticias que daban cuenta de varios irresponsables que no tenían la más mínima conciencia de los que significaba la palabra «pandemia». Y más tomando en cuenta que las redes sociales suelen ser una fuente de confusión generalizada entre la población propensa a creer y generar mensajes mensajes incoherentes por sola diversión, dada la estrepitosa caída en los niveles de sentido común del argentino merdio, cada vez más homínido y con tendencia a imponerse obviedades a concicencia por sobre lo que se le invita a descubrir para su enaltecimiento.
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