Inflación: Más acuerdos y menos selfies

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, no fue con vueltas en su criterio acerca de los aumentos de precios: «Discutamos cómo bajar la inflación. Los monopolios no ayudan a bajarla». Más allá de la broma pavota de los que en estos días lo llamaron «Comandante Che Larreta», no hace falta ser muy de izquierda para comprender que hay una realidad en el exceso de presión comercial por parte de las esmpresas que nada tienen para perder en un engranaje donde la inmensa mayoría queda afectada, como miles de casos desesperantes.

Silvina Batakis, secretaria de Provincias del ministerio del Interior de la Nación dijo que el encuentro de ayer «fue muy productivo; veníamos trabajando esta medida con los gobernadores, en una continuidad del diálogo que siempre mantuvimos con las provincias». «Es necesario que todos los gobiernos se involucren, porque la inflación es un flagelo que tenemos que combatir y notamos que septiembre fue un mes de una aceleración de precios totalmente injustificada, que puede apagar el crecimiento económico que venimos sosteniendo desde hace tres meses». «Tenemos que ponernos de acuerdo en un punto de referencia, que es lo que se busca en estos noventa días; junto con medidas de mediano y largo plazo para desacelerar sostenidamente la inflación».

Si desde el gobierno se está pidiendo que todos se involucren, si muchos funcionarios, asesores cercanos e influyentes son los que miran con desconfianza a los grupos monopólicos, la observación de un dirigente opositor en situación de coincidencia puntual en un tema de alto interés nacional, podría se un principio fuerte para otros acuerdos.

Estamos obligados a recordar que en la Argentina suele suceder que lo que parece ser un gran pacto de unidad, termina siendo un pequeño acuerdo circunstancial y lo que parece ser un auspicioso entendimiento, termina siendo una foto en modo selfie.

Por ahora, estamos en el túnel. Si hubiera que encontrarle una ventaja, habrá quien diga que nos lo conocemos de memoria. El dato es real, pero preferimos correr con ventajas. Preferiríamos que detengan la inflación.