Masomenizar

La costumbre de «masomenizar» se impone. Especialmente después de la pandemia.

Personas de estricto manejo de la documentación legal a todos los niveles, especialmente en lo jurídico, lo médico y en cuanto trámites oficiales, han cambiado su tendencia por alguna que los libere de ciertas preocupaciones y los acerque a una informalidad antes insospechada.

Un importante hombre de la política, el derecho y los medios de comunicación, de significativa currícula, Profesor universitario y amante de los productos personales de alta calidad, sean perfumes, bebidas, cigarros, chocolates y, probablemente, cuanto elemento de elegancia y exquisitez podría encontrarse en una tienda de grandes marcas o en un free shop dentro de un aeropuerto, encontró que tras haber perdido dos veces sus pares de anteojos con su correspondiente receta médica y el subsiguiente trabajo técnico de una óptica jerarquizada de la ciudad de buenos aires, podía tomar otro tipo de decisión.

El Doctor le compra sus anteojos a los muchachos africanos que venden estos productos de manera masiva como mantener los en varias calles del barrio del once. A modo de broma, el profesional -de quien, obviamente, preservaremos su identidad- suele despacharse con la frase «mi nuevo oftalmólogo es el nigeriano».

Bromas aparte, son centenares los casos de personas que se han visto la necesidad de cambiar calidad garantizada por salida económica.

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