Cada 7 de noviembre, en Argentina, los diarios impresos se ausentan de los quioscos. Esta tradición, establecida hace décadas, es un reconocimiento a los canillitas, quienes día a día aún distribuyen diarios en cada rincón del país. Los medios impresos dejan de circular en esta fecha para reconocer el trabajo del último eslabón comercial de la industria editorial y periodística.
Aparentemente el único que lo hace saber el día anterior es Clarín. Y los 7 de noviembre, no sale a la calle. Este anuncio es, desde siempre, una señal distintiva y el recordatorio de la importancia de los canillitas en la distribución de la prensa nacional. Efectivamente, para muchos, la ausencia del diario impreso el 7 de noviembre es una costumbre que pasa inadvertida, pero para los más fieles lectores y los mismos distribuidores, es un día simbólico de reivindicación y homenaje a los trabajadores del rubro.
En Diario 5, donde cada día mostramos las tapas de los principales diarios del país, entendemos que hoy se presenta una excepción. La mayoría de los medios, siguiendo la tradición, no circularán, y no habrá portadas que reflejar en esta fecha. Sin embargo, si alguna editorial decide no adherir a esta práctica y distribuye su diario impreso, su tapa se verá reflejada en nuestra página junto a este mismo informe, como una declaración de su posición.
La Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines (SDDRA), que alguna vez fue una de las entidades más influyentes en la industria de medios impresos en Argentina, ha visto cómo su poder y control se redujeron significativamente en los últimos años. El avance de lo digital, la proliferación de medios online y ciertos nuevos hábitos de consumo de información erosionaron un monopolio que se consideraba intocable.
Del mismo modo en que durante el S XXI, un sector poder comenzó a señalar -como nunca antes se había hecho, aunque lo sabían pero les convenía pactar con él- al Grupo Clarín como un factor de poderosa influencia sobre la sociedad, a principios de los 70 en el S XX, Juan Perón hizo lo propio mencionando al presidente de la SDDRA, Ángel «Cholo» Peco como el comandante de las influyentes estrategias comunicacionales de aquellos tiempos.
Hoy, la gran mayoría de los lectores migraron en masa hacia plataformas online. Los diarios, revistas y otros formatos periodísticos ya llevan años desarrollando su nuevo espacio de desarrollo en internet. La dependencia de la distribución impresa es parte de la historia y se encuentra en documentales. Lamentablemente, muchos diarios abandonaron la edición en papel o redujeron su circulación.
En su momento de mayor influencia, la SDDRA ejercía un poder de negociación tanto con los editores como con los mismos canillitas, incluso regulando los precios y condiciones de distribución en todo el país. Incluso fue vox populi que Peco fogoneaba al General Alejandro Lanusse para que se presentara como candidato a presidente constitucional y enfrentara al mismísimo Perón, decisión que Lanusse jamás tomo por motivos políticos que excedían el poder de los distribuidores de diarios.
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