Alberto Fernández le pidió la renuncia al titular de la ANSES.
– «Ay, Señora», no me han pagado la asignación, ya no sé cómo voy a hacer con los chicos» – remarca Rosa, la señora que otrora (antes de la cuaretena) trabajaba en varias casas ayudando con la limpieza. La explicación de Rosa a una de sus «patronas», como ella las llama, se extiende a dar a conocer que varios de sus vecinos, que debían recibir algunos de los beneficios planteados por el Estado para paliar la situación de incertidumbre económica en esta etapa de la pandemia por el coronavirus, han recibido la mitad de lo que les correspondía «y nadie sabe si la otra parte la van a cobrar o no».
Los desórdenes producidos por la falta de organización de los cronogramas de pago de la Administración Nacional de la Seguridad Social y otros problemas operativos en la entidad, dispararon el pedido de renuncia al titular de la ANSES, Alejandro Vanoli por parte del Jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero
Ya reina la noticia en todos los medios rezando que “la decisión se debe a la necesidad imperiosa de contar con una gestión en el organismo más dinámica y cercana a las necesidades de la gente». Nada más elegante para remarcarle a un funcionario que su gestión es lenta, torpe e inoperante.
Rosa vive en una de las áreas más lindas Villa Soldati, en la Ciudad de Buenos Aires. Casi un privilegio, si se compara su lugar de vivienda a los estándares de ubicación que se suelen conocer de otras personas que trabajan como personal doméstico. Si bien es importante tener en claro que ningún lugar «queda lejos» como se suele escuchar decir livianamente en los medios, (ya que sólo hay que saber «cuán lejos» queda un lugar respecto de otro), es también necesario reconocer que la mayoría de las propiedades en las que se requiere de personal para la ayuda en la linmpieza y el orden en un hogar son las ubicadas en los barrios de la Capital y en localidades del Norte del GBA, por lo que las personas que viven en los barrios de zona Sud o Zona Oeste del conurbano, realmente «están lejos» del epicentro en el que se suelen realizar las actividades que ellos/as ejercen.
La cosa es que si estaba previsto cobrar y no se cobra, las cosas se complican. Ahora, si los que estaba previsto para que una buena cantidad de personas cobraran y el mismo presidente de la Nación está calculando que ese dinero llegará, ya que las partidas de dinero ya venían definidas y resulta que los beneficiarios no pueden contar con ese ingreso por un problema de operatividad del Estado, se entiende que la cosa pasa por un error de alguno de los equipos «subalternos». Ahí baja el hacha.
Se le pide la renuncia a Vanoli como final infeliz del proceso de malestar dentro del gobierno a partir del bochorno de ver una multutud de ancianos a la espera del pago de jubilaciones mezclados en las puertas de los banco con los beneficiarios de planes sociales
No hacía falta llamarse Alberto Fernández para enojarse o-por lo menos, mirar fijo a Vanoli después semejante caos vivido por miles de personas cuando abrieron los bancos. Cafiero le comunicó la decisión a Vanoli en dependencias de la Jefatura de Gabinete.
Todos dicen en el Gobierno que Vanoli va a continuar formando parte del equipo de primera línea de asesoramiento del presidente Fernández, peropor ahora, sin cargo.