El acrónimo STEM se utiliza para referirse a las disciplinas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática (Science, Technology, Engineering, and Mathematics en inglés). Se las considera las áreas de estudio básicas en el desarrollo de habilidades técnicas, analíticas y de resolución de problemas. Claramente y sin exageración ni soslayo, son las disciplinas más relevantes en un mundo impulsado por la tecnología y la innovación.
Cuando personas allegadas y afectivamente muy involucradas con un niño comienzan a exaltar sus supuestas capacidades para «la computación» (es lo que se suele escuchar decir) por sus solas habilidades para operar un celular, una tablet o una computadora, están en un error conceptual que podría hasta generar una confusión un chico o una nena. Operar la tecnología es para cualquiera. Generarla, no. De manera que será preferible no agarrarse con demasiada confianza a frases como «mi nieto es un genio» y consideraciones parecidas cuando se trata de los halagos a un chico que exhibe sus malabares con un videojuego o maneja de maravillas las apps de un móvil pero se nos queda mirando como perro al que escondieron la pelota cuando se le pregunta -por ejemplo- qué es un aparato digital.
¿Por qué es importante STEM?
La preparación para el futuro laboral es la primera y más obvia de las respuestas. Y probablemente la más individualista de ellas. La demanda de profesionales con formación en STEM crece constantemente en sectores como la inteligencia artificial, la robótica, la biotecnología y las energías renovables.
Otro punto saliente es el desarrollo de competencias clave. No es nuevo que la abstracción de las ciencias exactas ayuda a los estudiantes a pensar de manera crítica, solucionar problemas complejos y trabajar en equipo.
El siguiente es la Innovación. Las disciplinas STEM impulsan avances científicos y tecnológicos que transforman nuestras sociedades.
Fomentar la inclusión: Programas STEM, como los mencionados en la nota, buscan cerrar la brecha de género y facilitar el acceso de grupos históricamente marginados al sector tecnológico.
El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires y Samsung Argentina firmaron un convenio para fortalecer la enseñanza de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (STEM, por sus siglas en inglés) en las escuelas secundarias estatales. Este acuerdo busca integrar herramientas tecnológicas en las aulas y promover la igualdad de oportunidades, con especial énfasis en la participación de mujeres en el sector tecnológico.
Un enfoque estratégico
La iniciativa forma parte del Plan Estratégico Buenos Aires Aprende 2024-2027 y se desarrolla dentro del programa Secundaria Aprende. El objetivo principal es ampliar las oportunidades educativas, ayudando a los estudiantes a desarrollar habilidades esenciales para resolver problemas sociales a través de soluciones innovadoras.
El acuerdo incluye la implementación de Solve For Tomorrow, un programa que fomenta la creatividad, el pensamiento crítico, el trabajo en equipo y la capacidad de proponer soluciones tecnológicas. Además, se ofrecerán capacitaciones para docentes y equipos escolares, garantizando una adopción efectiva de estas herramientas en las aulas.
“La incorporación de STEM permite que los estudiantes adquieran competencias clave para enfrentar los desafíos del futuro. Queremos que analicen problemas, propongan soluciones creativas y trabajen en equipo para abordar cuestiones de relevancia social”, afirmó Cara Cecchi, directora de Coordinación del Nivel Secundario.
Reduciendo la brecha de género
Desde el año pasado, el Ministerio y Samsung trabajan juntos en el programa Samsung Innovation Campus. Esta iniciativa ya permitió que 37 mujeres jóvenes entre 18 y 24 años se formaran en áreas como inteligencia artificial y Big Data, avanzando hacia una mayor equidad en el acceso al sector tecnológico.
Con el nuevo convenio, vigente hasta 2026, se busca ampliar estas oportunidades a las escuelas secundarias de gestión estatal. El Ministerio supervisará y apoyará la implementación de los contenidos desarrollados, asegurando una educación de calidad que prepare a los jóvenes para los desafíos del siglo XXI.