Una técnica japonesa permitirá experimentar una forma de respuesta ecológica en áreas urbanas gigantes.
En el marco de las actividades por el Día de la Tierra, la ciudad de Buenos Aires concretó la plantación de su primer microbosque urbano en el Parque de la Ciudad, en el barrio de Villa Soldati.
La iniciativa del Parque y la Dirección General de Áreas de Conservación de la Subsecretaría de Ambiente contó con la colaboración de la Fundación Club de Roma Argentina, la campaña Semana del Árbol y más de 30 voluntarios de la empresa Price Waterhouse Coopers (PwC).
Ese día se plantaron 120 árboles y 80 arbustos en un área de unos 40 metros cuadrados. Todas las especies seleccionadas son nativas, elegidas por su adaptación al ecosistema local, su bajo requerimiento hídrico y su capacidad para atraer biodiversidad.
El diseño del microbosque sigue la técnica Miyawaki, desarrollada por el botánico japonés Akira Miyawaki, que propone una plantación de alta densidad (entre 3 y 5 plantas por metro cuadrado) y una disposición aleatoria por estratos, similar a la de un bosque natural. Con esta metodología, los bosques pueden alcanzar su madurez inicial en apenas 10 a 20 años, acelerando el proceso de restauración ecológica en zonas urbanas. Para mejorar el cuidado del suelo, se utilizó también la técnica del mulching, que ayuda a conservar la humedad.
Además de la plantación realizada el martes 22 de abril, se instalaron senderos de interpretación y cartelería educativa que invitan a los visitantes a conocer los beneficios de los microbosques y la importancia de la flora nativa en la vida urbana.
Con esta propuesta, Buenos Aires reafirma su apuesta por generar espacios verdes innovadores, sostenibles y educativos, que favorezcan la calidad de vida y la resiliencia frente al cambio climático. El proyecto apunta a un impacto ambiental —mejorando la calidad del aire, del suelo y favoreciendo la captura de carbono—, social —promoviendo el disfrute comunitario y la educación ambiental— y económico —revalorizando los espacios urbanos.
El 22 de abril fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Madre Tierra, recordando la necesidad de cuidar los ecosistemas, combatir el cambio climático y detener la pérdida de biodiversidad.
El avance del cambio de uso de suelo, la deforestación, la intensificación agrícola y el tráfico ilegal de especies son algunas de las causas que aceleran la degradación del planeta, recordándonos la urgencia de restaurar y proteger los ambientes naturales.