• Diario 5 -Buenos Aires, lunes 28 de abril de 2025


El espacio público en la Ciudad de Buenos Aires volvió a ser puesto a prueba tras las movilizaciones del 12 y 19 de marzo. La primera, protagonizada por barras bravas y militantes políticos que se sumaron a la marcha de los jubilados, dejó destrozos considerables en la zona del Congreso, con un costo estimado de $414 millones en daños, 124 detenidos y 46 personas heridas.

El temor ante la manifestación del 19 de marzo era que se repitieran los incidentes de la semana anterior. Sin embargo, aunque se registraron desmanes, la jornada no alcanzó el nivel de violencia y destrucción de la primera protesta. La respuesta de las fuerzas de seguridad y la rápida intervención de los equipos de limpieza evitaron que el impacto fuera mayor.

En la marcha del 12 de marzo, la Ciudad reportó la vandalización de 89 contenedores de basura, algunos incendiados, además del destrozo de baldosas en la Plaza del Congreso y daños en mobiliario urbano, vidrios de comercios y canteros. La imagen del día siguiente fue la de calles cubiertas de escombros y residuos, requiriendo un operativo intensivo de limpieza y reparación.

Por otro lado, tras la manifestación del 19 de marzo, los operativos de limpieza actuaron con mayor previsión y rapidez, logrando una recuperación más ágil de las zonas afectadas. Aunque la situación no fue tan caótica, el personal de higiene urbana permaneció en alerta, trabajando para restablecer la normalidad en las calles.

Las movilizaciones y sus consecuencias siguen representando un plan de gestión del espacio público. Los equipos de limpieza van por la recuperación rápida de las áreas dañadas y deben minimizar el impacto en la vida cotidiana de los porteños. La prevención y la coordinación entre fuerzas de seguridad y servicios urbanos parece manejarse de manera aceitada.

La del miércoles 19 de marzo no fue una manifestación tan compleja cono la de la semana anterior y los equipos de limpieza debieron estar alerta en cercanías del Congreso de la Nación, con un trabajo no tan arduo como el del cercano antecedente. Se sabe que podrá haber nuevas protestas que deriven en escenarios complejos. Pero procurar evitar el vandalismo y la destrucción siempre es la mejor opción antes de tener que derramar esfuerzo por consecuencias lamentables.


 

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