La foto, apenas testimonial, ya que la fotógrafa fue circunstancialmente empujada -y la posición de los manifestantes no se volvió a repetir- muestra uno de los momentos más emocionantes del acto por el Día del Respeto a la Diversidad cultural. Se entonan canciones de muchos países de América Latina, en el momento en que uno de los manifestantes acompaña con el Cikus y quien lleva la Bandera de la Diversidad en una mujer que viste una remera estampada con la Estrella de David. Argentina Pura.
Durante la tarde, las celebraciones ocuparon diversas calles del centro de la Ciudad de Buenos Aires. En la Plaza de Mayo se montó, como es habitual, un escenario de grandes dimensiones y los asistentes pudieron disfrutar de los espectáculos ofrecidos.
Ya en la Av. 9 de julio, las comunidades de Bolivia y Perú preparaban los detalles finales para sus desfiles con atuendos típicos de gran colorido. La gastronomía peruana no se podía ausentar y muchos cocineros al paso ofrecían sus brochettes de anticuchos (cortes de corazón vacuno a las brasas y fuertemente condimentados), ceviches, causas, papas a la huancaína y bebidas típicas, como la chicha morada y sus tradicionales gaseosas dulces de tono dorado (Inka Cola y Chola de Oro).
La Fiesta tomó el clima necesario y la celebración ganaba diversos focos en la Avenida de Mayo toda, incluyendo el derredor de la Plaza Lorea, a pocas cuadras del Congreso, donde las mismas bandas de instrumentos aerófonos que se hacen notar en las celebraciones de Santa Rosa y El Señor de los Milagros se meclaban con los conjuntos de quenas, charangos y erkes.
La Celebración por el Respeto a la Diversidad Cultural se hizo notar más que otros años pero, a su vez, no causó complicaciones mayores en las calles, dado que la fecha caída en sábado alivianó los efectos de los cortes y desvíos de tránsito.