En las grandes ciudades, la convivencia con el medio ambiente no puede pasar de manera inadvertida para ninguna autoridad, cualquiera sea su escala.
Comenzando por la calidad del aire, el smog y las emisiones de vehículos son problemas serios en grandes urbes. Buenos Aires viene presentando mejoras, al tener cada vez más diferenciados los caminos de los vehículos por su peso. El dióxido de carbono (CO₂) y las partículas finas generan riesgos de salud, desde enfermedades respiratorias hasta cardiovasculares. En Buenos Aires, se impulsan programas como el transporte público eléctrico para mitigar la contaminación: Se consideran cinco ejes estratégicos:
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- Buenos Aires Autónoma, Descentralizada y Participativa
- Buenos Aires Accesible, Equitativa e Inclusiva
- Buenos Aires Ecológica
- Buenos Aires Metropolitana
- Buenos Aires Competitiva
Siempre hay que tomar en cuenta que la basura mal gestionada crea focos de contaminación y aumenta el impacto ambiental. La separación en origen y el reciclaje siguen proceso de desarrollo en muchas ciudades y Buenos Aires no está tan mal posicionada en esa concientización.
En cuando al acceso al agua potable y su uso eficiente, sabemos que nos introducimos en uno de los problemas críticos de la ciudades en el mundo entero. Aquí la capital argentina, donde las obras de los arroyos Maldonado y Cildáñez ya no sufren las históricas inundaciones de manera tan severa. Puede decirse que BA se diferencia de algunas urbes de gran dimensión en la región, donde la oleada de lluvias intensas, agravadas por el cambio climático, generan inundaciones en áreas urbanas mal planificadas.
Respecto del consumo de energía eléctrica, la dependencia de fuentes no renovables para abastecer la demanda urbana sigue siendo un obstáculo. Todos los centros urbanos deben aumentar la eficiencia energética y usar energías renovables. Una parte del presupuesto de una ciudad, hoy, debe incluir incentivos para instalar paneles solares en viviendas y edificios.
Una reducción de áreas verdes en una ciudad gigante puede llegar a ser un despropósito que aparee cierto peligro. Nunca es buena idea construir donde hay un parque, una plaza o un área libre. Afecta tanto al ecosistema como al bienestar humano. Siempre es preferible preservar estas zonas que resultan pulmones urbanos y refugios para la fauna. Por eso, cualquier proyecto de reforestación urbana y parques verticales debe ser tratado, discutido y bien analizado, tanto por los gobiernos como por las organizaciones y fuerzas vivas de la sociedad.
¿Qué más cuidar? La Movilidad sustentable, las ciclovías, los vehículos eléctricos, el transporte público eficiente, los vehículos compartidos, los materiales de construcción sostenibles (el calor las infraestructuras) y evitar la contaminación sonora por el tránsito, la construcción y la actividad nocturna, que afectan la salud mental y el descanso.