Dos líderes europeos recibieron la Llave de la Ciudad de Buenos Aires en visitas oficiales. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, las recibió durante un homenaje a los lazos franco-argentinos. En tanto, Giorgia Meloni lo recibió en un acto de reconocimiento al vínculo cultural e histórico compartido entre Italia y la Argentina.
Con apenas tres días de diferencia, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la presidenta del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni, fueron honrados con la Llave de la Ciudad por parte del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, durante sus respectivas visitas a la capital argentina.
Macri entregó la Llave de la Ciudad a Emmanuel Macron como un gesto de amistad entre Buenos Aires y Francia. «Este gesto simboliza la amistad entre nuestros pueblos y el compromiso de que Buenos Aires siempre tendrá sus puertas abiertas para Francia», expresó Macri. Durante el encuentro, también se subrayó la relevancia de las inversiones francesas en el desarrollo económico de la Ciudad.
Ambos mandatarios participaron en un homenaje a los ciudadanos franceses desaparecidos durante la dictadura militar argentina. La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia de la Santa Cruz, en el barrio de San Cristóbal, donde colocaron una ofrenda floral en memoria de las víctimas.
Días después, Buenos Aires recibió a Giorgia Meloni, a quien también se le otorgó la Llave de la Ciudad. Macri destacó los profundos lazos culturales e históricos entre Italia y la Argentina, señalando que la capital es hogar de una de las comunidades italianas más grandes fuera de Italia.
El acto de entrega se realizó en el Instituto Italiano de Cultura. Posteriormente, Macri y Meloni asistieron a la gala «Luz, cámara, danza» en el Teatro Coliseo, reafirmando el intercambio cultural como pilar de la relación bilateral.
Un símbolo de democracia y libertades
En ambas ceremonias, Jorge Macri enfatizó la importancia de defender valores compartidos como la democracia, el orden y las libertades individuales. Las visitas de Macron y Meloni no solo fortalecen los lazos históricos entre Buenos Aires, Francia e Italia, sino que también abren puertas para futuros acuerdos de cooperación y desarrollo.