Los cortes que se produjeron ayer durante ocho horas en el casco céntrico de la Ciudad de Buenos AIres y el Macrocentro generaron un embotellamiento parecido al de siempre. La diferencia radicó en que los resultados caóticos se extendierona barrios en los que no es habitual encontrar que se sobrecargan de vehículos, como San Cristóbal al Sur, Barracas a la altura de Estación Buenos Aires y, en las cercanías de la Gral.Paz del lado Sudeste, en Villa Lugano y Mataderos
Más de media Buenos Aires, intransitable. El Congreso, la 9 de Julio y el Bajo fueron el escenario de los piquetes y provocaron demoras en toda el área central. Por la manifestación en la 9 de Julio, que realizaron ex conscriptos que piden ser reconocidos como veteranos de Malvinas, el secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni, terminó protagonizando una polémica con la Justicia Contravencional porteña (ver Duro cruce…).
El primer corte ocurrió pasadas las 11 de la mañana frente a la sede del Ministerio de Trabajo, en Leandro N. Alem al 600. Los manifestantes, de organizaciones piqueteras, bloquearon toda la mano sur , tanto de los carriles centrales como los de la derecha. “Iba hacia el sur por Alem y al llegar a Retiro todo se empantanó. Fui a paso de hombre con el auto hasta llegar a Viamonte, donde pude doblar yendo a contramano hacia la avenida Madero, que estaba llena de camiones. No había un solo policía o agente de tránsito porteño o Policía Metropolitana que ayudara a los automovilistas, en medio del sálvese quien pueda. Tardé media hora en hacer cinco cuadras . Para colmo, con la obra del subte, había camiones descargando cemento hacia los túneles y a nadie se le ocurrió sacarlos”, contó Marcelo Céspedes, vecino de Palermo.
Paralelamente, trabajadores de la salud pública de la provincia de Buenos Aires se movilizaron desde Belgrano y Entre Ríos hasta Callao al 200, frente a la Casa de la Provincia.
Como si esto no fuera suficiente, se sumó la marcha de la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli con el abrazo simbólico al Congreso, para oponerse a la nueva ley de las ART. Pasado el mediodía, la avenida Entre Ríos estaba cortada desde Independencia hacia Congreso , y si bien las calles transversales estaban habilitadas, el tránsito por la zona era imposible . Los colectivos se desviaban y tardaban mucho más de lo normal, y era imposible conseguir un taxi, ya que la mayoría evitaba meterse en la zona del conflicto.
Además, los ex conscriptos de Malvinas cortaron todos los carriles centrales de la 9 de Julio a la altura de la Avenida de Mayo, también desde las 11 hasta pasadas las 18. Como la Policía Federal impedía a los autos entrar a la altura de Bolívar, y como después de la 9 de Julio ya comenzaban los problemas por los cortes en Congreso, la Avenida de Mayo estuvo intransitable en su totalidad .
Para complicar más al tránsito, en la zona afectada hubo algunas calles cortadas por obras. Por un lado, Uriburu entre Rivadavia y Bartolomé Mitre estuvo cerrada por la reparación de un enorme pozo que, según el Gobierno porteño, se produjo por un mal arreglo hecho por AySA. En tanto, la calle 25 de Mayo entre Corrientes y Rivadavia por obras de peatonalización.
Entre enero y setiembre en la ciudad se registraron 576 piquetes, según la consultora Diagnóstico Político. A este ritmo, el año terminará con más cortes que los 581 del año pasado.
La recurrencia de cortes en la Ciudad es tal que la Legislatura porteña sancionó el jueves pasado una ley, con apoyo de varios bloques, para que el Ejecutivo realice “Planes de Contingencia Vial” para las esquinas donde habitualmente hay piquetes, como en las de ayer. La idea es definir caminos alternativos señalados con cartelería al menos 300 metros antes de la zona del corte para que tanto el transporte público como los vehículos particulares sepan por qué calles desviarse, y que los pasajeros conozcan dónde tomar el colectivo. Además, la policía y el cuerpo de agentes de tránsito deberán colaborar para ordenar la circulación /Clarin.