Los dañinos podrían ser considerados «perros». Bueno, en realidad, seria ofender a los perros. En fin, habría que encontrar formas de identificar a los destructores modernos de todo lo público. Sobre todo porque si uno tiene la oportunidad de encararlos para preguntarles por qué carajo hacen lo que hacen, surgen algunas respuestas que vale la pena registrar:
Hasta hace unos 7 u 8 años, acorralar con preguntas a un soretín que se complace en destruír mobiliario público, esculturas, escribir en frentes recién pintados, meterle marcas a puertas históricas antiquísimas, con su detestable placer por agarrar el aerosol de pintura, era respondido con un «vo’ so’ careta so’…?» e inmediatamente ensayaban una explicación filosófica de gran valor escolástico: «lo’ pibe’ marcamo’ la estatua porque é’ la marca social… mentendé, loco?»
Hoy, la palabra «careta» quedó en el freezer. Hoy la manera de persuadirte de que ellos están habilitados para hacer la mierda que hacen y vos, preferiblemente para ellos, no decirles nada y dejarlos impunemente cagarte la vista, la ciudad, el día, la vida, lo que le pongas encima te lo cagan porque la manera de devolver la mierda que le fueron incrustando por ósmosis los líderes y gobiernos que les enseñaron y los estimularon a ser así, es espetándote que vos sos «gato»: Eeeé eé eeé… gato… qué te pasa? So de Macri, vo? Un par de incoherencias más en alarde simultáneo de su borrachera, más la penosa gala que hacen de las sustancias que los desestimulan y adiós impecabilidad de cualquier expresión artística, frente admirado o belleza porteña indiscutible.
Algunos jóvenes requieren de apoyo permanente de la sociedad, de las autoridades y hasta de la policía, pero a los que todo el tiempo van a romper el brazo de Olmedo o pintar a al pensador de Rodin (ver nota siguiente) les cabe una hermosa seguidilla de uppercuts. Yo me ofrezco durante un año. Un encuentro conmigo podría ser que el asquito humano en cuestión encuentre una forma de hacer catarsis gritando «vení gato, puto… yo pinto todas laj ejtatua’ que se me canta, rati», y ahí ofrecerme al castigo que él considera que me merezco. Y viceversa.
El tema es que estos maricas suelen andar con fierros. Son putos (en el más perfecto sentido de la palabra puto: mal tipo, mierdita. Lejos de cualquier observación sobre su elección en el sexo. Tema cerrado). Y estoy disponible al duelo cuerpo a cuerpo antes del verano de 2015-16; tampoco voy a estar disponible para estas lauchas con caca cuando Argentina esté participando de las Olimpíadas de Río de Janeiro. Que vengan ahora.
[…] jugado en Mar del Plata el 31 de enero de 2016 entre Gimnasia y Estudiantes de La Plata , el puto (ver aquí el real significado de la palabra puto), primeramente equiparó su accionar con cada detalle violento de la batahola que previamente […]
[…] jugado en Mar del Plata el 31 de enero de 2016 entre Gimnasia y Estudiantes de La Plata , el puto (ver aquí el real significado de la palabra puto), primeramente equiparó su accionar con cada detalle violento de la batahola que previamente […]
[…] Para quienes quieran recordar cómo comienzan a hincharse las venas de cuello frente a estos insignificantes, aquí está la ruta hacia mi recordada So’ Careta Vo’ […]
[…] So’ careta vo’ […]
[…] So’ careta vo’ […]
Genial, Zanotti!
Te acompaño y lol recontra recagamos a piñas a estos hijos de la reputísima madre que los cagaparió.