Es una de las ficciones más atractivas presentadas por Pol-Ka para Eltrece. Es dinámica, las chicas actúan bien y son lindas, las historias son modernas. Igualmente, es TV. Nunca nos pondremos de acuerdo en si el nivel de careteo es bajo o alto, si son inevitables los pasos de comedia de personajes de relevancia relativa en las historias y si los usos de chivos son medidos o descarados. Eso siempre queda a criterio del telespectador, aunque siempre es válido ayudar a formar criterios.
Celeste Cid, Agustina Cherri, Mónica Antonópulos, Marcela Kloosterboer, Julieta Nair Calvo, Julieta Zylberberg y Gimena Accardi arrasan encarnando a 7 personalidades de minas cuyas respectivas improntas pueden ser siete modelos de imitación, ante el insoslayable deseo de miles de chicas argentinas de proyectar su identidad en esos personajes.
Si bien, por un lado,Separadas es una fórmula repetida, basada en la vida de un grupo vincular femenino («Las Estrellas, en 2018 eran cinco hermanas y dos de sus actrices integran la novela que nos ocupa) es válido reconocer la energía lograda en la amalgama de guón, actuación y dirección de cámara. El ritmo vertiginoso de secuencias, desarrollado en los 2000, al contrario de lo que los productores de TV creen, aburre. Y pocas veces es posible revertir ese despelote de contenido en pantalla. Está relacionado con la sencillez -casi placidez- de algunas escenas, que no provocan sobresaltos cuando se cambia velozmente de locación en pantalla, para lograr mantener actualizado al espectador de la vida de todas las protagonistas, ya que, siendo tantas, no siempre hay «tantas juntas».
Buen trabajo de guión de Marta Betoldi, Esteban del Campo y Josefina Licitra y de Sebastián Pivotto y Martín Sabán para la dirección.
La perla suelta de Separadas es la canción de María Campos, «Separadas y de frente». A más de dos meses de su lanzamiento, gana reproducciones en Youtube y otras redes. La letra es puro color Tercer Mlenio, poética pero con el índice listo para señalar lo que cree justo. Es pegadiza pero melódicamente respetable.
A seguir disfrutando, chicas
Somos humanas
Somos aquellas que mordimos la manzana
Renunciando el desayuno en la cama
La reina de la manada
Alma gitana
Amamos hasta con el corazón roto
Y aunque el mundo se destruya entre nosotros
Y olvidamos los colores del pasado
Conmigo las flores y las ilusiones bailan con el viento
Y quiero que pares, sientas el fuego de este momento
Separadas y de frente, siento mi ritmo en libertad
El mundo se transforma diferente, cuando tu dices la verdad
Quiero bailar ante la gente, ya no le creo a la soledad
Qué vas a hacer si no te vine a ver a vos
Somos marcianos
Si nos gustamos también nos multiplicamos
Si fallamos dividimos los ganados, con abogados
Cada uno por su lado
Separadas y de frente, siento mi ritmo en libertad
El mundo se transforma diferente, cuando tu dices la verdad
Quiero bailar ante la gente, ya no le creo a la soledad
Qué vas a hacer si no te vine a ver a vos
No es necesario ser siempre Juana Azurduy para expresar elementos femeninos valiosos y proyectadamente perdurables. Un poco de feminismo liviano, también aporta.