En la idea intencional de poder abarcar al Papa junto a lo propio o sentirlo más cercano, mientras en la región se lo identifica como “latinoamericano”, en el Uruguay como “rioplatense” y en la toda la Argentina, como argentino, parece ser que en las cercanías de la Plaza Pueyrredón se lo llama “el Papa de Flores”. Más allá del derecho natural que asiste a cualquier paisano de asociar a un coterráneo con su pueblo, sale a relucir una escena que no ubica a los florenses como cultores del acervo cultural de su populoso barrio, amén de que cualquier disparador del orgullo les venga de perillas.
Cuenta Franco Rivara, mago y técnico telefónico, supervisor en EnTel, que en el recordado Tío Fritz, de Artigas y Bacacay, “los empleados de una casa de iluminación cercana, tres piojitos pseudoresucitados que, alrededor de una mesa de ochava, puteaban al gobierno de Alfonsín por la hiperinflación (que provocó el poder financiero) y, esperanzados –vaya a saber en base a qué- con el entonces casi seguro futuro gobierno de Menem, se miraron unos a otros cuando les mostré el libro Crónicas del Ángel Gris”. A destacar por Rivara, “los tres proyectos de yuppie” le respondieron que no tenían idea de quién era Alejandro Dolina. El memorioso Franco asegura haber escuchado cómo uno de estos mismos personajes, de apellido Corvi cinco años más tarde, en 1994, desplegaba su histrionismo para contarle a todo el que quisiera oír, las maravillosas historias de Manuel Mandeb, justamente llamado “el polígrafo de la calle Artigas”. El detalle -según Franco Rivara- era que Corvi sólo contaba esa historia en bares alejados a Flores, como «El Coleccionista», de Rivadavia esquina Florencio Balcarce, frente al Parque Rivadavia, al que Rivara identifica como «Parque Lezica» (nombre usado por la mayoría de los amantes del Rock Sinfónico en los años ’70). Franco asegura y perjura que -al igual que los que se llenan la boca hablando de la patria chica del Papa- la actitud de Corvi era más fanfarronería que orgullo por su barrio.
El bus para realizar el Circuito Papal está disponible los jueves, viernes, sábados y domingos a las 09.00 y a las 15.00. Es gratuito, con inscripción previa, no se suspende por lluvia y dura tres horas. Los escenarios de la vida Papa en Flores, en Devoto, en Centro y en Monserrat, forman parte del recorrido, que abarca su niñez en el barrio de Flores, la Catedral Metropolitana, la cárcel de Devoto, donde Francisco, siendo el arzobispo Bergoglio, los Jueves Santo, Celebraba la Misa de la Cena del Señor, y hacía el lavado de pies a los internos.
La condición de simpatizante del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, a pesar de haber sido ya demasiado manipulada y manoseada (parecería que a ciertas personas les interesa más eso que la vida pastoral de un sacerdote de carrera) tiene un efecto significativo, que lo confirma como una persona con auténtico arraigo porteño y ajeno a lo vulgar que implica inclinarse por alguna de las entidades ribereñas.