Florencia Ibáñez escribió este artículo en 1985 para la Revista Transacción, una publicación exclusiva para socios de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, una idea de Pascual Battista cuya redacción comandaba Carlos Allo. Lo hemos rescatado, debido al coherente sostén que la conductora hace de una forma de plantear, presentar y tratar temas referidos a la calidad de vida.
Dentro de sus casi tres décadas de carrera como locutora, lleva, a su vez, las riendas de A Vivir, un magazine que, entre varios temas que aborda, suele ir al aire cargado de diálogos con médicos homeópatas, especialistas en medicina china, terapeutas de todo tipo, nutricionistas y cualquier profesional que pueda aportar elementos valiosos a la salud y al bienestar.
Aquí vamos a encontrarnos con el pensamiento de una Florencia prácticamente adolescente, que nos regala una pieza de recomendación en cadena.
Salud: Una Apertura a la Libertad
Por Florencia Ibáñez (Revista Transacción – 1985)
Gozar de buena salud es el punto de partida para disfrutar de todo lo que brinda la vida. Sin embargo esto lo recordamos recién cuando un dolor de muelas o un ataque de hígado se apoderan de nuestra libertad, o cuando unos kilos de más nos cargan de culpas y de inseguridades.
La alimentación es determinante para el equilibrio de nuestro organismo, al que hay que cuidar como se cuida al propio reloj cuya máquina es perfecta.
La belleza es una señal de buena salud: una cabellera sana, una mirada brillante, un cutis límpido y un peso adecuado a la contextura física describen claramente que ciertas funciones biológicas están en perfecta armonía, y si se logra este equilibrio es imposible no tener una gratificante sensación de bienestar.
Para sentimos saludables es necesario alimentarse correctamente y esto significa ingerir ade¬cuadamente (de acuerdo a la edad, las activida¬des que se realizan) una serie de alimentos reconocidos por los estudiosos en el tema como «esenciales proveedores de sustancias vitales»: vitaminas, proteínas, hierro, sales, etc.
La clave de una buena alimentación es la buena complementación de todas esas sustancias de modo balanceado. La leche es gran proveedora de calcio y tomada en exceso en vez de convertirse en un alimento positivo se transforma en destructivo.
Es necesario ingerir diariamente:
1) Verduras crudas o cocidas, de hojas verdes y amarillas, Carnes magras (pollo, pescado, vacuna)
Frutas: De dos clases cada día.
Leguminosas y tubérculos.
Cereales y pan integral.
Leche y sus derivados.
2) Huevos (no mas de tres por semana).
Para que todos estos alimentos sean «buenos» y no destructivos le recomendamos:
a) Evite combinar mallas elementos dados. Por ejemplo una combinación muy común es: leche, huevos harinas y azúcar. La leche y el azúcar combinados producen dispepsias fermentativas. Agregándoles harina aún se torna más dañina ya que la harina aumenta la fermentación.
b) Coma a horario. Si logra acostumbrar al organismo a un horario determinado para la ingestión de sustancias le será sumamente positivo.
Recuerde que usted es quien cuida de su cuerpo, y su salud esta en sus manos. Salud es libertad.
Introducción: Clara Martínez