Piazzolla cada día revoluciona. Es como se sabe de Gardel, que -en el sabe popular- cada día canta mejor. La revolución piazzolliana sigueen evolución porque entre sus discípulos estrechos, sus seguidores experimentales sus descubridores eventuales, primero encontraron formas especiales para interpretar su obra y la editaron en discos y CDs. Hoy llenan internet con grabaciones sorprendentes de las creaciones de Astor. Y de un modo en el que él mismo las aplaudiría.
Astor no se quedaba quieto y no sólo componía cosas nuevas, sino que realimentaba con arreglos nuevos cada uno de sus éxitos universales. Pues bien, hoy se sigue por ese camino y por eso, en el centenario de Piazzola, la cantidad de artistas que lo homenajean en el planteta no puede contarse matemáticamente. Un aniversario inabarcable