La fusión de la Policía Metropolitana y la Federal pasa a ser una realidad luego de varios años de idas y vueltas institucionales, dichos y desdichos políticos y mucho misterio acerca de la efectividad operativa que pueda obtenerse con la amalgama de fuerzas del orden. Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, Martin Ocampo -jefe de Gobierno, vicejefe y Ministro de Seguridad de la ciudad respectivamente, presentaron la Policía de la Ciudad, creada a partir de una arriesgada operación de cambio de autoridades sobre 25.000 efectivos, número con el que comenzará a funcionar la nueva Policía de la Ciudad. El jefe de Gabinete porteño Felipe Miguel y el secretario de seguridad Marcelo D´Alessandro también participaron del acto.
En el Instituto Superior de Seguridad Pública, Horacio Rodríguez Larreta, conocedor de la rápida sospecha que podría surgir en diversos sectores de observación política se zambulló en el concepto «tolerancia cero para la corrupción”. Le remarcó a los funcionarios presentes que se va a trabajar para que los agentes cuenten con las herramientas y la capacitación que necesitan, en pos del trabajo eficiente y eficaz.
Esta semana se presentará ante la Legislatura Porteña el proyecto de Ley Integral de Seguridad Pública, por la cual el personal de transito, los guardianes de plazas y el personal de seguridad privada de sumarán a la Policía en un ambicioso aparejo de trabajo en pos de la prevención y el consecuente combate contra delitos múltiples. Se prevé que entre los instrumentos que serán utilizados en este programa de interacción de organizaciones de seguridad se destaca el Sendero Seguro, cuya aplicación tomó notoriedad en 2011 cuando uno de estos trazados creados para que el recorrido de personas en determinadas calles no sufra sobresaltos, se estableció en el barrio de Pompeya para cuidar a mil alumnos de escuelas de la zona.
El Jefe de Gobierno se muestra convencido tanto de que Buenos Aires está atravesando una “transformación histórica” y que, ante la preocupación de la gente por la seguridad –“es una demanda”, remarcó-como de dar los pasos correctos para trabajar para que la gente esté más segura y tranquila.
Según Ocampo, la ley apunta a sostenerse sobre cuatro pilares: la función policial, la transparencia. (habrá una oficina de auditoría externa manejada por civiles), la potenciación de la participación ciudadana, y la capacitación de los policías.