Se hace necesario que surjan fuentes de energía -humanas, claro- para mejorar algunos aspectos de la vida de las personas en la Ciudad de Buenos Aires y en todas las grandes urbes. Es curioso, pero los reclamos por problemas económicos, las grandes manifestaciones con base gremial, social, cooperativa o rural no consiguen, hoy día, el efecto que en otros tiempos -décadas, quizás- se daba por descontado como un éxito.
Se suele ver que algunos de los grandes movimientos orientados a importantes objetivos, impulsados por fuerzas vivas poderosas y motorizados por miles de personas en las calles, frente a sedes judiciales, junto al Congreso Nacional, en Plaza de Mayo, en las puertas de ministerios y sea por un clamor ante despidos y el consecuente el miedo de perder trabajo, manifestaciones de vecinos saturados e indignados por hechos puntuales y globales de violencias variadas e implacables, pidiendo justicia como objetivo de máxima o que le pongan un policía en alguna esquina como mínimo camino hacia una dignidad ciudadana más o menos parecida a la de la República Argentina, es decir, a la que alude el preámbulo de la Constitución.
Pues bien, si las formas de reclamo y puja descritas no están dando los resultados que se pretenden, qué se puede esperar de la prédica de una web con respecto de temas urbanos en la Ciudad de Buenos Aires? Quizás, no tanto hoy. Por eso no estamos dispuestos a abandonar las premisas de las que pretendemos que buena parte de las personas en la Ciudad de Buenos Aires estén conscientes:
- El transporte público revela, en una rápida mirada, la calidad de vida de los habitantes de una metrópolis.
- El primer barrendero debe ser el ciudadano
- El Mea Culpa urbano más necesario es reconocer que en la cultura callejera de Buenos Aires, la contravención -con aristas delictivas- de que un automovilista no respete las prioridades de los peatones, es carne impuesta.
Trompear o darle una paliza a un malo en nombre de los buenos, no sólo es ambiguo, reñido con las leyes y difícil de consensuar. También hay que reconocer que solamente se ve en las películas y no es para el hombre común una satisfacción demasiado recurrente. Por eso, sólo nos queda un camino del que hace ya unos 170 años dio aceptables resultados en la República Argentina, mucho antes de que sea sólo lo que hay hoy: la educación.
En 2017 retomaremos nuestras campañas especiales de convivencia urbana, como la necesidad de prohibir al viajero en colectivo, Subte, Premetro o el transporte que sea, el uso de mochila montada, es decir, ubicada sobre las espaldas, ya que molesta y, en algunos caso, lastima a otras personas. La campaña del buen uso de escaleras mecánicas volverá a la pantalla de D5, con un tratamiento aggiornado y con pruebas fotográficas de cómo se hace mal uso de tan importante servicio.
Gracias por acompañarnos. No somos una manifestación ni un piquete. Buscamos mejorar nosotros. Y si es necesario que señalemos a quienes no tienen deseo de avanzar en la misma dirección, se hará, si eso perjudica a otros ciudadanos.