Los andariveles de paradas de colectivos sobre la calle Bartolomé Mitre frente a la estación Once del Ferrocarril Sarmiento no están, en estos días, ofreciendo la mayor comodidad para os pasajeros, por razones que redundarían en beneficios futuros. Es que se está trabajando en las dársenas y refugios para que los transportes públicos accedan con mayor fluidez al sector pero especialmente que el público que viaja gane en comodidad y seguridad en ese lugar.
El modelo ya fue presentado y aprobado en Constitución y Retiro, por lo que, se estima, funcionará satisfactoriamente. Este es un reclamo que trae décadas y cuando las cosas, finalmente, se realizan, vale la pena destacarlo.
Si bien se trata de una obra presentada en el marco de la mismísima campaña electoral en la que Mauricio Macri aspira a que los porteños sean los principales impulsores de una elección lo suficientemente buena como para arribar a unbalotaje que lo deposite en la Presidencia de la Nación, las obras de paradas de colectivos que se encuentran linderas a las terminales ferrovierias eran realmente esperadas.
La complicación actual es la de enfrentar el angostamiento de las calles disponibles para que los pasajeros accedan o bajen del transporte público, por lo que se hace imperiosa la aceleración del ritmo de obra, no sólo para que los usuarios ya puedan aprovechar el sistema planificado, sino también por cuestiones de seguridad, ya que estamos atravesando una etapa en la que la obra generó la eliminación de una vereda en la que los pasajeros puedan esperar los buses o en la que puedan pisar al bajar de ellos.
Hay que apurar la obra en horario de baja circulación de personas, ya que en los otros son demasiados miles los que andan por allí y los riesgos que generan las obras se multiplican cuando el número de transeúntes aumenta