La Ciudad de Buenos Aires, tendrá día nublado. Una vez más, Zanotti desvía la información del día hacia lo más profundo de la verdadera división entre los Argentinos. Su teoría sobre la Grieta Mayor, gana posicionamiento en el problema meteorológico que atraviesa el país, por estos días.
Para mañana se prevé en Buenos Aires una jornada con cielo parcialmente nublado, con una temperatura que estará entre 12 grados de mínima y 19 de máxima. a los porteños no nos complicaría demasiado una lluvia que -dicho sea de paso- hace bastante tiempo que no se presenta. En cambio, un tormentón importante en el centro del país podría ser la solución para apagar los incendios en Córdoba.
Los focos de fuego que se observan en el valle de Punilla son altamente peligrosos. Algo parecido ocurre en Entre Ríos, con la diferencia de que de esos incendios de pastizales se conoce la intención que han puesto en eso un grupo de malditos ubicados del lado basura de la gran grieta.
Aún los partidarios tanto del populismo como del antipopulistmo -léase los «duros» de un lado y del otro- desconocen que ambos grupos están fuera del país necesario. Ellos no conocen la doble grieta en «T». El país necesario está arriba de la barra horizontal de la T, mientras que ambas agrupaciones falazmente ideológicas de la Argentina se encuentran una a cada lado de la barra vertical de la T.
Ellos, creídos que la enrolados en la división social que en la Argentina que se regodean en una peligrosa justificación ideológica, para acomodar su permanentemente inactivo cerebro en el placer de entender todas las pautas de responsabilidad institucional de los ciudadanos al revés de como se debe, para -de esa manera- dar rienda suelta a lo que más placer les da:
A unos, arruinar -con alta carga de envidia- lo más posible los logros de otros, ya que son incapaces hasta de organizar el día a día que los lleve a ellos y a sus familias a tener, aunque sea, un puñadito de dignidad. Mientras que a los otros, la facilidad de encontrar, permanentemente, mecanismos que los liberen de asumir la responsabilidad -y hasta cierta culpa ancestral en algunos linajes familiares- en las desigualdades que se multiplican día a día en el país que pintaba como «la reserva moral del planeta» y otras tantas pelotudeces que al siempredispuestoalajoda ingenio argentino se le fueron ocurriendo.