Buenos aires se prepara para las fiestas y este año se observa una distribución algo más pareja entre los centros comerciales y barrios a la que alcanzamos a chequear a partir de noviembre del año pasado. El barrio del Once siempre encabeza el movimiento mayor de compradores para la etapa de las fiestas.
En realidad se combinan con los buscadores de regalos para las fiestas, los que están, llegados en ómnibus, dedicados en la ciudad a la compra mayorista de productos para llevar a sus lugares de origen en distintas provincias de la república Argentina.
Estos movimientos masivos de compra no son exclusivos de las fiestas de Navidad y año nuevo: los tour de compras a buenos aires son parte del movimiento porteño durante todo el año. Las jugueterías, a propósito de los mayoristas, están cargando nuevos modelos, especialmente de la última partida de importación desde china.
Esto, curiosamente, abre la polémica en función de obtener una explicación a este singular privilegio que tienen los productos chinos, cuando la importación aparenta estar a en su totalidad cerrada por las medidas económicas surgidas desde la secretaría de comercio y avaladas por el propio ministerio de economía y la presidencia de la nación.
No es la primera vez que nos encontramos con el privilegio chino ante el intercambio necesario exportación –importación en cuanto a la balanza de pagos, ya que hoy hasta un niño de la escuela primaria sabe que china es el más importante cliente para la compra de soja que tiene el país. Entonces, los juguetes chinos, presentan sus nuevos modelos. En realidad nada difiere demasiado de lo que se venía conociendo tal momento. Algún que otro nuevo lerda luminoso para muñecas, pelotas, automóviles, camioncitos y no demasiado más.
En cuanto a la indumentaria, ahora en nov existe la posibilidad de encontrar precios bastante parecidos a los exhibidos durante los meses de septiembre y octubre. No parecen ser demasiados los días que restan para aprovechar algunas ofertas, ya que en cualquier momento el mercado se presenta con los valores devastadores a los que estamos acostumbrados a que nos obliguen a pagar cada vez que llega diciembre.
Ocurre algo similar con referencia al inmenso mercado porteño de las vestimentas tanto en la zona de la avenida Avellaneda y avenida Nazca, pero resulta difícil considerar que en esa zona comercial los precios varían aumentar demasiado cuando se acercan las fiestas.