Expertos en el vínculo turístico entre los dos gigantes de Sudamérica, analizan la situación actual. Los amantes de viajar a la Argentina están entusiasmados pero saben que si la inflación es muy alta, deberán cambiar a pesos argentinos lo menos posible o lo justo y necesario en el día a día, especialmente en Buenos Aires.
«Los viajeros buscan oportunidades para eludir el alza del dólar y mantener los planes de viaje al exterior, y la reciente devaluación del peso argentino es una alternativa en ese sentido», dijo el director de productos internacionales de CVC para América y el Caribe, Rodrigo Vaz. Según el especialista, la agencia ya había llevado un 19% brasileño más a Argentina en 2017 en comparación a 2016, y el aumento de la demanda con los descuentos recientes en la moneda deben ayudar al país vecino a recuperar pronto un puesto que perdió dentro de la agencia : hace tres años, fue pasado por Estados Unidos como destino más buscado por los clientes.
La ayuda del cambio para visitar ciudades argentinas también ya era sentida en varias agencias de turismo del Brasil, que tuvieron este año su mejor venta de paquetes para Bariloche desde 2014.
«Argentina ya suele ser un destino barato y, ahora, con debilidad de la moneda, ha mejorado aún», dijo el presidente de la agencia brasileña de turismo Agaxtur, Aldo Leone. Las comidas, paseos y compras -como vino, alfajor y dulce de leche- son algunos de los productos que él menciona en la lista de cosas que son más accesibles para los brasileños que lleguen a Buenos Aires ahora.
No obstante, aclara: «Las únicas cosas que no tendrán mucha diferencia en el precio son pasaje aéreo, que está vinculado al dólar, y estancia, pues buena parte de los hoteles del país ya tienen las diarias vendidas directamente en dólar también».
Inflación del 30% deja precios imprevisibles
A pesar de la «pichincha relámpago» que la caída del peso argentino abrió en los últimos días, la directora de Aguiar Buenos Aires, Brunna Brok, afirma que buena parte de la ganancia del turista en cambio se pierde en inflación, una tasa que sube en la casa del 30% año en el país.
«El costo de vida ha subido mucho en Argentina, los precios cambian con mucha frecuencia y sucede mucho que una persona vea un valor ahora y la semana que viene ya a sea otro», dijo