Los porteños se encontraron con la sorpresa, cerca del mediodía, que una grúa estaba removiendo la estatua de Colón, que está en la plaza detrás de la Casa Rosada. La polémica comenzó dos meses atrás, cuando el gobierno nacional anunció que el monumento iba a ser llevado a Mar del Plata, y que en su lugar, se levantaría una estatua de Juana Azurduy. La Justicia frenó el traslado con una medida cautelar.
El traslado de la estatua de Colón se trata de una discusión legal y jurisdiccional entre la ciudad y el gobierno nacional.
«Oficialmente, no tuvimos ninguna notificación», expresó Di Stefano sobre las tareas que el estado nacional está realizando con el monumento. Más temprano, el ingeniero que estuvo a cargo del desarme de la estatua, le aseguró a LA NACION que el desmonte se realizaba para tareas de mantenimiento. «Si llegasen a sacar el monumento sería flagrante e incumplirían lo dictado por la Justicia y el gobierno nacional tendría que dar respuesta de eso», explicó Di Stefano. Por ahora, el monumento no fue quitado de la plaza, aunque fue removido, reemplazado por una bandera, y ahora está de manera horizontal apoyado en un soporte.
El funcionaron porteño reiteró que la estatua es «propiedad de la ciudad de Buenos Aires» y que ellos deben «garantizar que no se la lleven». También destacó que abogados que representan al gobierno porteño quisieron entrar a la plaza y «le negaron el ingreso la Policía Federal y personal de la Casa Militar».