• Diario 5 -Buenos Aires, martes 11 de febrero de 2025

Reflotan en TV la operación menemista contra Alfonsín

El golpe de Mercado que precipitó al renuncia del presidente Raúl Alfonsín aún es un tabú para la política argentina. Especialmente para el peronismo, tan propenso a sentirse víctima de las mismas prácticas conspirativas que suele llevar adelante para perjudicar de manera ilícita a sus adversarios.

Según el periodista Marcelo Zanotti, Juan Bautista Yofre paga fortunas para ser invitado a programas de televisión con la intención de corregir la historia. «Yofre opera a largo plazo a favor de un grupo que tiene derecho como todos y en todos los medios lo saben. Lo que molesta es la mentira. Él, que integró la operación del golpe financiero contra Raúl Alfonsín, debería apelar profundamente a su vergüenza y llamarse a silencio”.

 

El mal llamado «Tata» Yofre, tuvo su noche de platino, al despacharse con el más alto nivel de impunidad verbal, en el programa televisivo «Nada Personal», conducido por Viviana Canosa en Canal 9. Se considera a la expresión «Tata» la forma más afectiva de apodar a un padre en la mayoría de las provincias, áreas rurales de la Argentina y otros países de la región. No cabe posibilidad alguna de establecer con este Pinocho de metal, vínculo afectivo alguno, ni siquiera anticipándose al reconocimiento de un error por confusión, ya que no hay plafón para equivocaciones ni aunque nos cuenten su historia en idioma zulú.

Entre los tantos martillos intelectuales destinados a cincelar la historia en los medios de comunicación, Yofre parece sentirse cómodo con la inolvidablemente asquerosamente chicana a Raúl Alfonsín, que ejercieron los miembros del gobierno de Carlos Menem, en referencia a la hiperinflación disparada en 1988.

 

Sin que la conductora reaccionara, el eternamente inescrupuloso y malintencionado ex Señor 5, entre las primeras premisas de maestro ciruela, pretendiendo analizar la política, volvió a meter su puerco dedo politiquero en la llaga nacional, al referirse al «país incendiado» que debió agarrar Carlos Menem.

 

Yofre es un repetido «invitado» a varios programas televisivos, sólo para exaltar a ciertos sectores poco conocidos de la política, de las fuerzas armadas y del empresariado. Sin perspectiva alguna de poder acceder al micrófono abierto sin oblar altos precios por esas participaciones, conserva el mismo nivel de falta de respeto a la figura de Alfonsín, como cuando éste era un reciente ex-presidente y vivía para poder responderle.

 

El cinismo del ex funcionario menemista, partícipe activísimo, durante 1988, en las operaciones trianguladas de mercado por Domingo Cavallo en Washington y nueve empresarios en Buenos Aires para desestabilizar el Ministerio de Economía de Juan Carlos Pugliese, está intacto.

Parece que el trabajo de instalar en escena a los nuevos futuros pretendientes del poder, se hace más fácil volviendo a atacar al mandatario argentino que sufrió el golpe financiero más artero de la historia política argentina, para el que el músculo de cuatro bancos con ex militares en sus directorios, dispuestos a lavar la afrenta del Juicio a las Juntas y a instalar un gobierno que les vuelva a dar todos los gustos, parece haberle sobrado fuerza.

El ataque que se planificó en 1988 contra el gobierno, supera – por lejos- el «impacto» que dice haber sufrido el hipócrita kirchnerismo cada vez que los números deschavaron sus propias inoperancias y sus «distracciones» de fondos.

En televisión y ante un público intelectualmente vulnerable, dada la lamentablemente comprobada volatilidad de memoria de una porción de argentinos, que en 2025 -se estima- abarcará a por lo menos tres generaciones, a Juan Bautista Yofre no se le ocurrió mejor frase que «el padre de la patria se tuvo que ir seis meses antes, porque la gente tenía hambre».

Miserable vocacional, Yofre aparece -eventualmente- en TV, por encargos especiales de pretendidos centros de poder algo oxidados, que suelen decidir operaciones de «instalación» de algún tema  que distraiga la atención ante la llegada de una medida polémica, leyes impopulares, perjuicios para consumidores por imposiciones de cámaras empresarias o indefectibles revelaciones sobre injusticias inminentes, tipo libertad a criminales, pérdidas de soberanía por errores diplomáticos, etc.

 

Los huecos que se forman por incapacidad intelectual de las izquierdas del pasado, se rellenan con gusanos de las derechas del futuro, con nuevos engaños e, incluso, cambiando la historia.

Siempre perdió el país y nunca -desde que el peronismo es pretendidamente manejado sin Perón- dejó de perder. Tanto cuando cagaron al peronismo debilitado como cuando el peronismo fortalecido cagó a los otros.

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