María Eugenia Vidal prometió en su campaña mejoras sustanciales en el sistema de salud bonaerense. Se entiende claramente que el camino más claro para ese resultado es un plan de inversiones mayores (un sistema de ambulancias propio para emergencias) que, evidentemente, no puede comenzar a forjarse entre esta noche y mañana. Pero lo que sí es posible con cierta celeridad, es un acuerdo con al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para que el sistema del SAME opere en emergencias en, por lo menos, parte del conurbano.
Sí la gobernación comenzó a desgranar, con su ministerio de Salud, un programa de inversión y un diagnóstico para que el sistema del SAME cubra el sur del Gran Buenos Aires, cuyos municipios demostraron ser, en el tema de atención de urgencias sanitarias, los más carentes de infraestructura
Horacio Rodríguez Larreta dio el ok y Vidal aseguró que será necesaria la capacitación y la experiencia que tienen los profesionales de la Ciudad. La ministra de Salud, Zulma Ortiz deja en claro que la inversión para que el SAME comience a operar en los municipios que rodean la Capital, tendrá montos establecidos por su organismo.
Cuando funcionarios de la gobernación provincial advierten que en el área de salud en el distrito no se invierte «desde hace más de 20 años», se pretende dejar fuera de la observación acusatoria a los ex gobernadores Eduardo Duhalde y Antonio Cafiero.
La realidad indica que la frase utilizada («Más de 20 años») es demasiado ambigua y deja la sensación de que, por ejemplo, hace 25 o 28 años sí se había invertido apropiadamente en la salud de los bonaerenses. Nada más lejos de la realidad. Desde la gobernación de Cafiero, pasando por la de Duhalde, la de Ruckauf, los seis años de Solá y los ocho de Scioli, la provincia de Buen0s Aires sólo vio cómo todos los gobernadores hacían política desde su sillón en La Plata. La realidad que el gobernador Armendáriz (1983-1987) fue el último real propulsor de la salud en el conurbano, ya que tenía las manos libres para gobernar ya que no se dedicó a hacer política ni por una reelección ni por buscar otro cargo. Cualquier avance en salud en la provincia, como el Hospital El Cruce, en Florencio Varela, pudo ser efecto, o de la urgencia política o de alguna evidencia impostergable cuyo incumplimiento le pudiese costar a cualquiera de esos gobernadores un escrache social demasiado incómodo.