• Diario 5 -Buenos Aires, lunes 28 de abril de 2025

La cuestión de por qué Manuel Belgrano no es generalmente reconocido como el «Padre de la Patria» en la Argentina, mientras que a José de San Martín sí se lo considera como tal, tiene varios matices históricos, políticos y culturales. Aquí algunos puntos clave que podrían explicar esta diferencia en el reconocimiento:

En cuanto al contexto de sus contribuciones, si bien Manuel fue ese líder revolucionario que no paró nunca y cuyo ímpetu lo llevó a convertirse en el creador de la bandera, la manera argentina de dar reconocimniento a su gente valiosa es altamente hipócrita pors su propio efecto exitista: hablamos claramente de que al haber tenido una «carrera militar» irregular, con éxitos pero con derrotas, el promilitarismo argentino de 160 años lo dejó afuera de sumarle oro al bronce.

Siempre se da por sentado que, como José de San Martín contribuyó no solamente en la independencia argentina, sino también de Chile y Perú, su rol como estratega militar y su éxito en campañas cruciales, como la Campaña de los Andes y la liberación de Lima, le dieron un perfil más internacional y consolidaron su figura como un héroe continental. Nadie lo discute. Pero hubo algo que se traslució en la percepción popular del S XIX que se proyectó como imagen histórica belgraniana, recordando más a Manuel Belgrano por su rol en la creación de la bandera que por sus acciones militares. En cambio, la figura de José de San Martín ha sido mitificada en el imaginario colectivo argentino y latinoamericano como el Gran Libertador.

Tanto en las diversas etapas de tanto países de Europa, como en la naciente América, la magnitud de los éxitos militares y la idea de haber liderado pueblos y países, siempre han contribuido al estatus de «Padre de la Patria».

Tras su muerte, Belgrano no recibió el mismo tipo de homenaje y mitificación inmediata que San Martín. Aunque es reconocido y respetado, su figura no alcanzó el mismo nivel de veneración. En cuanto al correntino, su exilio voluntario y la narrativa de su sacrificio personal por la libertad de América fortalecieron su imagen como héroe. Además, el regreso de sus restos y las ceremonias en su honor consolidaron su lugar en la memoria histórica del país.

La estructura educativa hizo el resto: En la enseñanza de la historia argentina, Belgrano es destacado, pero usualmente en un segundo plano respecto de San Martín. Los discursos oficiales, a lo largo de los años, han reforzado esta imagen.

En 1812, las fuerzas realistas, comandadas por Pío Tristán, avanzaban hacia el norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Belgrano buscaba evitar que el ejército realista encontrara recursos y apoyo en el territorio ocupado, lo que habría fortalecido su posición y dificultado la resistencia patriota.Entonces,  ordenó la retirada total de la población de San Salvador de Jujuy y sus alrededores. Esto implicaba que toda la población, junto con su ganado, pertenencias y recursos, debía trasladarse hacia Tucumán.

La estrategia incluía la política de «tierra arrasada», es decir, destruir todo aquello que pudiera ser útil al enemigo. Los patriotas quemaron cosechas, destruyeron bienes y se llevaron todo lo movible, dejando a los realistas sin recursos. La falta de recursos locales debilitó significativamente al ejército realista, que se encontró sin medios para abastecerse y mantener su avance. La retirada permitió a Belgrano reorganizar sus fuerzas y planificar una resistencia más efectiva. Esta maniobra culminó en la batalla de Tucumán, donde el ejército patriota obtuvo una importante victoria.

Aunque la decisión fue drástica y dolorosa para la población, también fomentó un sentido de unidad y sacrificio por la causa de la independencia. La movilización masiva y la destrucción voluntaria de recursos personales mostraron un compromiso profundo con la lucha por la libertad.

Historiadores y estrategas militares han elogiado el Éxodo Jujeño como una maniobra de gran visión estratégica. La capacidad de Belgrano para prever el impacto del avance realista y tomar decisiones audaces y efectivas es vista como una demostración de su capacidad como líder militar.

Esta maniobra no sólo demostró su habilidad para la planificación y la ejecución militar, sino también su capacidad para inspirar y liderar a la población en un momento crítico de la lucha por la independencia.

Belgrano es mucho más de lo que reconocemos desde siempre.



 

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