Chori a 200 y hamburguesas al mismo precio. Bondiola a 400. Sólo que había puestos con hamburguesas malísimas, pasadas, cubiertas de costras, horribles. Poco con agregaditos ricos como cebolla saltada.
Lo único Hasta ahí, lo único peronista era el hermoso día soleado.
En otros tiempos de celebraciones (Cristina presidente y la gobernación de Scioli) se observaba mucho mayor calidad en todo lo que era comestible callejero cuando había una movilización de la militancia. Si cuando hablo Alberto, la audiencia quedo satisfecha, fue lo único que les podía salvar la fiesta.