La consigna eran 5 millones de vacunas antes de 31 de enero. No llegamos. Desde el oficialismo, esta mañana, en una radio dijeron que que siendo 26 de enero, todavía estamos a tiempo, «tomando en cuenta que parece pasar a ser más fluida la serie de vuelos a Moscú». Por el otro, desdee la oposición, un ex funcionario de salud remarcó, no sin un dejo de lamento, uqe la palabra del presidente se devalúa cada vez que ocurren estas cuestiones.
Se trata de la vieja costumbre de prometer -dicho en diversos idiomas, según el origem político o ideológico- beneficios al pueblo, mejoras a la sociedad o satisfacciones a la gente. Nada. Siempre terminamos comprobando que no hay nada. Por lo menos, de entrada. Cuando algo llega correctamente a la población, es porque la población lo gestó, lo reclamó o lo peleó. Si no, no. No es de ahora. Es de siempre. ¿Tiene la culpa este gobierno? El gobierno tiene la misma libertad que nosotros le damos para que nos mienta, como se la hemos dado a los demás gobiernos que o hicieron, especialmente los de Menem, los dos Kirchner y Macri.
Como siempre, la mayoría de la tonta gente que compra la grieta, considera que sólo una de las agrupaciones enfrentadas políticamente en la Argentina es la culpable de todos y cada uno de los males que nos aquejan. Pocos pensamos que estamos hundidos gracias a los dos.
La verdadera grieta es una T. A cada lado de la barra vertical se encuentran los populistas y los meritistas. La gente pensante se encuentra arriba de la barra horizontal de la letra. A nadie le gusta que loo traten de pelotudo. A pocos les interesa saber si lo son de verdad. Y menos, aún, son los que actúan para corregirlo. Por eso, las elecciones las ganan siempre los mismos.